CUENTO
SEÑOR SARRAMONA
Había una vez un árbol, que fue
plantado para que diera sombra junto a la fuente de Estadilla a todas las
personas que venían a lavar sus ropas, las verduras o coger agua en sus jarrones,
para llevárselos a casa.
Los niños de la villa le llamaban
cariñosamente “señor Sarramona”.
El señor Sarramona veía como día a
día venían todos los vecinos de Estadilla y de otros pueblos de alrededor a la
fuente, y colgaban sus ropas para que se secara en sus hermosas ramas, tanto le
gustaba al árbol Sarramona que echó sus raíces bien profundas, para que nadie,
ni siquiera el viento pudiese arrancarla del suelo, ya que, a él, lo que más
ilusión le hacía, era ofrecer su sombra y sus ramas. Veía todos los días como
los niños y niñas ayudaban a sus padres y a los abuelos en las distintas
labores que se realizaban alrededor de la fuente, jugaban alrededor del árbol,
todos cogidos de las manos, se subían a sus ramas e incluso se echaban la
siesta en los días de más calor
Dia a día el señor Sarramona veía
como esos niños se hacían mayores y según pasaban los años fue conociendo a
todos los habitantes de la villa de Estadilla. Junto a él se retrataban muchas
personas, llegando a ser el árbol más retratado del pueblo
Fue tan feliz viendo y sintiendo la
felicidad de todos los habitantes hasta que un día dijo que no quería morirse
nunca ni dejar de dar sombra y por ello decidió no irse nunca de Estadilla y
prometió no descansar nunca, pero su carita no dejo nunca de bostezar y
aprovecha ese bostezo para coger aire puro y limpio todo el día, de ese sitio
tan especial que tiene la villa de Estadilla.
En su cara, le podemos ver durante el
día como bosteza, huele, ve y hasta en alguna ocasión se le ha escuchado
suspirar por su boca
Ahora os toca a vosotros buscar su
cara, pues ese árbol sigue con nosotros y seguirá muchos años mas
El nombre de Sarramona se le puso al árbol para recordar a José Sarramona que fue el descubridor de las aguas del balneario
Me encanta, Pepe. Qué bonito y qué bien escrito. Y, además, interesantísimo...
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