miércoles, 27 de abril de 2022

BAJO LA LOSA DEL ALTAR

 CONSAGRACIÓN DE LA IGLESIA DE ESTADILLA 1746


Si vemos este documento tal cual, no sabremos las curiosidades que esconde.


Dicho documento se encuentra enmarcado en el museo que tiene nuestra Iglesia y en él dice lo siguiente:

1746

El día 13 del mes de noviembre, yo D. Gregorio Galindo, Obispo Ilerdense, consagré la iglesia y este altar en honor de S. Esteban Protomártir, y las reliquias de los Santos Mártires, Lorenzo, Blas, y los innumerables Mártires de Zaragoza, decreté indulgencias, en la forma acostumbrada; a los cristianos hoy presentes, un año; a quienes la visiten en el aniversario de esta consagración, cuarenta días. Concedí. Gregorio

La curiosidad de dicho documento es que Mosén Adolfo, sacerdote de nuestra localidad durante muchos años, dejó escrito de su puño y letra un documento sobre un recorrido Histórico-Artístico de la Iglesia parroquial de Estadilla y al hablar de la iglesia anterior dice que se construyó junto al Castillo, ya entonces desaparecido y que los datos más fidedignos que existían de ella, arrancaban del año 1746, cuando el obispo de Lérida consagró su altar en la nueva Iglesia de estilo neoclásico. Y así consta en el “pergamino” que se depositó debajo de la losa del altar. Al demoler la iglesia 200 años más tardes en los años 1946/47, el sacerdote José María Leminyana, salvó el pergamino, que se puede ver perfectamente conservado y enmarcado en la “sala de arte” de la parroquia.

Además de dicho documento y las numerosas obras de artes se encuentra entre ellas, las citadas reliquias de San Lorenzo, en un maravilloso relicario del siglo XVII



PODEMOS PRESUMIR DE UN "PERGAMINO" DE HACE 275 AÑOS
EN PERFECTO ESTADO 
SALVADO POR JOSE MARIA LEMINYANA
Y MANTENIDO POR SUS CONTINUADORES

"CONTEMOS LA HISTORIA DE NUESTRO PERGAMINO"

domingo, 24 de abril de 2022

RECETAS

                                             RECETAS PARA NO OLVIDAR 

                                            DE NUESTRAS ABUELAS


Tres recetas que forman parte de la Historia y gastronomía de Estadilla y no debemos olvidar

 

MORCILLA NEGRAS

Estas recetas de las morcillas de Estadilla facilitadas por mi amiga Lina Obis y que pertenecía a su abuela Josefina Gracia Expósito una de las últimas mondongueras de Estadilla ,se podría convertir en una historia de la matacía , pues según me contaba su receta tomándonos un café en la plaza del Portal del Sol en Estadilla, me contaba lo bien que se lo pasaban durante los preparativos de las morcillas, que merecería la pena un día recopilar las vivencias de las personas que lo vivieron y luego poder contárselas a las nuevas generaciones.




 La receta no es exacta con el peso de los ingredientes, porque hay que entender que las recetas las tenían en la cabeza y sobre la marcha añadían los ingredientes. Todos y todo era importante, cada persona tenía una misión, tan importante era la confección de la morcilla, como el mantener el fuego de leña a una temperatura ideal, saborear el anís antes de introducirlo en la confección o incluso los niños amasando la sangre para luego salir con las uñas rojas.

 Ingredientes: Grasa del cerdo, sangre, pan duro, canela, anís en grano, anís líquido, pizca de sal, almendra picada, azúcar a gusto. En ocasiones arroz

             Se preparaba unas sopas de pan duro y en trozos gordos se guardaban durante dos dias en unas canastas con un paño blanco . Cuando mataban al cerdo se recogía la sangre en un recipiente y ya en casa, se escaldaban con ella las sopas y se añadía la grasa del cerdo, y posteriormente la canela, el anís en grano, el licor de anís, las almendras tostadas y picadas y como no de los almendros de Estadilla, una pizca de sal y azúcar al gusto, todo ello bien revuelto con las manos para unir todos y cada uno de los sabores.

 Una vez mezclado bien todos su ingredientes y sabores, se dejaba reposar la masa unas horas y  y a continuación se introducían con una máquina en  los " budillos" (intestinos) gruesos del cerdo que anteriormente se lavaban muy bien en una fuente que se encontraba en el matadero, lugar donde se realizaba la matanza del cerdo y la confección de la morcilla. Segun salia de la máquina la morcilla aproximadamente a un palmo se les ataban por los dos extremos con "liza" (cuerda) para hacer morcillas independientes y cuando se terminaba de embutir se ponían en agua a hervir durante 15 minutos. Solo faltaba dejarlas enfriar, colgarlas y comérselas a lo largo del año.

             Esta explicación para nosotros será incompleta, pero a las mondongueras les salían a la perfección.  Ahora sé porqué Lina representa la figura de la mondonguera en el Belén de Estadilla

Segun un cancionero aragonés dice asi:

En Enate hacen la cenas,

en Estada sartenadas,

en Estadilla morcilla

y en Fonz la caracolada

 

LA MORCILLA EN LOS REFRANES

 

Tres noches hay en el año que te llenan bien la panza; Nochebuena, Nochevieja y el día de la matanza

 Santa Susana, que salga la morcilla sana

 Al comer de las morcillas, placeres y risas

 Donde comes la morcilla, siega la gavilla (aconseja que solamente se trabaje para aquellas personas que remuneran el trabajo, con el cual naturalmente de comer)

 La morcilla es lo único que se repite (dícese de todo aquello que no es fácil que vuelva a suceder o verificarse)

 No dan morcilla sino a quien mata puerco (expresa que el que no contribuye a un gasto, no tiene derecho para llamarse a la parte)

 De malas tripas malas morcilla

Comiendo pan y morcilla nadie tiene pesadillas

Muchas manos en la hornilla, no dejan probar morcilla


LAS ROSQUILLA

Existen varias formas de realizar las rosquillas en el Alto Aragón, pero nos vamos a centrar en las rosquillas de Estadilla de la Josefa Salamero Lleida conocida como "Seña Pepeta” y madre del Sr. Olegario

Seña Pepeta

Ingredientes: para la masa de la rosquilla. Una taza de azúcar, una taza de aceite, una taza de agua, una taza de anís, tres huevos, tres gaseosas de las de papel, un kilogramo de harina de trigo.

Ingredientes para el almíbar. Una taza de anís, 500 gr. de azúcar, 500 ml. de agua

·         Preparación: Se separan las yemas de las claras y se baten aquellas en una fuente honda con las cuatro tazas ante dichas.

Se incorporan las claras de los huevos a punto de nieve, se mezclan con las tres bolsitas de gaseosa y poco a poco la harina hasta conseguir una masa macerada y compacta.

Cuando la masa se despega, se espolvorea de harina y se deja reposar entre media a una hora, debidamente tapada para que no se encare.

Con la masa se hacen pequeñas bolitas, que se achatarán y perforarán con el dedo. En algunas casas aún quedan pequeños moldes llamados rosquilleros que se utilizan para que todas salgan iguales. Pero lo de menos es la forma. Una vez hechas las rosquillas se fríen en aceite muy caliente. Cuando toman color se sumergen en almíbar, que previamente hemos preparado en una cazuela poniendo medio litro de agua y medio kilo de azúcar y cuando este diluido le añadimos la taza de anís, y posteriormente se espolvorean de azúcar. Si se tiene miel, puede sustituirse por el baño de almíbar. Y así, entre azúcar pueden guardarse en un tarro de cristal por algunos días. Lo importante es que queden bien doraditas y escurridas.

          LAS ROSQUILLAS EN LOS REFRANES

Saber a rosquillas una cosa (producir gusto o satisfacción)

La receta de la rosquilla esta sacada de la hemeroteca del Diario del Alto Aragon


GUISO DEL TORO

 

Desde el año 1978 aproximadamente, el último día de las fiestas de San Lorenzo en el descanso del baile, se servía gratuitamente el “guiso del toro”, al principio se pensó hacerlo asado al horno, pero aquella labor era muy laboriosa y se opta por hacerlos guisado en calderos de cobre. Desde que se comienza hasta que se sirve podrían pasar más de 12 horas.

La imagen no corresponde al guiso del toro
si no al "mondongo", que se confeccionaba
para la festividad de la Inmaculada


Pili Obis lo describía a la perfección en el diario del Alto Aragón en agosto de 1998 y decía así; La elaboración del plato es larga. “Empezarnos por la tarde a eso de las tres y solemos estar unas doce horas, hasta que se reparte”. Pilar nos describe y detalla secuencialmente las etapas del proceso. “Hacemos una hoguera grande para, posteriormente, repartir el fuego para cinco calderos en los que se coloca el caldo preparado con huesos de toro. Previamente, la carne se ha troceado en las carnecerías del pueblo y por nosotras mismas. De este modo, se añade la carne de toro, zanahoria, cebolla, hojas de laurel, pimienta en grano, vino blanco, aceite y tomate. A eso de las cinco de la tarde ya está preparado y lo dejamos cocer. Dependiendo del peso de la carne (que suele estar entre los 120 y 160 kilos) se calculan las cantidades a añadir del resto de los ingredientes. Cerca de las diez de la noche, lo retiramos del fuego y en el mismo caldo se cuecen las patatas en una cantidad que suele rondar los 80 kilogramos”. Durante esta preparación “habitualmente estamos unas seis mujeres y dos hombres, así como algunos miembros de la Junta Directiva de La Asociación La Aurora, que vienen a echarnos una mano todos los años. Anteriormente lo realizábamos en un patio al aire libre de una casa particular y era algo fastidioso para el dueño de la casa, pero éste es ya el tercer año que lo vamos a preparar dentro del recinto escolar, donde disponemos de unos porches y también podemos hacer fuego al aire libre”

A continuación solo hacía falta guardar esas largas filas para saborear el tierno y exquisito Guiso

Imagenes y textos de la hemeroteca del Altoaragon