ESTABLECIMIENTO
DE AGUAS SULFHÍDRICAS Y SULFUROSAS ARTIFICIALES.
El
agua del balneario de Estadilla, no solo se quedaron en el interior de su
edificio para ser tomado en bebidas o en baños. También fue exportada a sus
propias viviendas y a otras localidades de España para su venta y consumo.
Cuando
se tenían que llevar los clientes las botellas, se te las tenían que llevar, siempre
tomaban la precaución de llevar el agua en botellas de cristal, tapadas herméticamente
con un tapón de corcho y envuelto este con un pequeño paño de lana, para evitar
que se desprendieran los gases.
Si la
exportación del agua era para consumo en forma de bebida, tenían que tener en cuenta
que se llevaran el agua en botellas de vidrio o de cristal con un volumen de
medio cuartillo, con un tapón esmerilado o en su caso un corcho como hemos
comentado anteriormente (de corcho, hermético y con trapo). Estas botellas
tenían que ser llenadas en el mismo manantial a fin de no perder sus gases,
procurando que quedasen bien llenas y su transporte debía ser boca abajo o en
horizontal. Si se tenía que conservar por unos días, debía de guardarse en un
lugar fresco.
Ya en
los periódicos avisaban del timo que se venía ejerciendo en distintos
establecimientos por la venta de estas aguas. Y avisaban que: las botellas de agua o cantaros que no
vayan lacrados con el sello del establecimiento y sus etiquetas, son aguas de
un barranco que es perjudicial a la salud por encontrase mezclada con aguas
sucias de lavar, y como algunos comercian con estas aguas, diciendo que es del
establecimiento, se pone en conocimiento del público para que no se dejen
sorprender. Entendiendo de esta manera que las aguas que llegaban más lejos de
Estadilla, como a Huesca o Madrid, sus botellas llevaban el tapón hermético,
lacrado y sellado.
Sabemos
por su publicación en el “Diario de Huesca” en enero de 1882 y por las
distintas hemerotecas, que el agua de Estadilla, se hallaba de venta en la
administración de diligencias de la fonda de España (Huesca) a 3 reales la
botella de un litro. Y en el periódico “El Movimiento” de junio de 1882,
anunciaba sobre las aguas acido-sulfurosa de Estadilla que; “se advierte al público
que está embotellada en el manantial del mismo establecimiento de los baños.
Botellas de 3 y 4 reales. Por el vidrio devuelto se abona un real. Botica de
Carlos Camo, Huesca.”
https://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=343997&posicion=4&presentacion=pagina
Todo
lo anterior es la información que hemos podido encontrar en la provincia de
Huesca, pero a continuación expondremos el articulo completo sobre el nombre de
las aguas de Estadilla en Madrid, donde las personas adineradas seguramente,
recibieron sus curaciones en el mismo Madrid, sin tener que desplazarse desde
tan lejos a nuestro balneario. Publicado en “La ilustración española y
americana”, del 15 de julio de 1889, que en la calle Olózaga num.1 de Madrid se
inauguró un establecimiento único de su clase en aquella villa, dirigida por el
Doctor y director Jose Olavide y Malo, hacia tratamiento con aguas con aguas
similares a las aguas del Balneario de Estadilla. Pero lo realmente importante
era el nombramiento de las aguas de Estadilla en aquel establecimiento.
El
artículo publicado dice así:
La
ilustración española y americana, 15 de julio de 1889
En la
calle de Olózaga, núm. 1, se ha inaugurado un establecimiento, único de su
clase en Madrid, bajo la dirección del Dr. D. José Olavide y Malo. Es una
instalación en donde se administran aguas sulfhídricas, sulfurosas y
artificiales, en bebida, baños, pulverización, inhalaciones, duchas de toda
clase, y cuantas combinaciones ha ideado el artificio hidroterápico. También la
acroterapia tienen una sección importante, la primera con sus depósitos de aire
comprimido y enrarecido para la gimnasia pulmonar, e instrumentos para medir la
capacidad de los órganos respiratorios; la segunda, con lámparas eléctricas
para reconocer la laringe, y aparatos de cauterizar, y para otros fines
terapéuticos.
Las
fuentes o caños destinados a las bebidas son cuatro. El caño I, de aguas
sulthidricas, es quivalente a los manantiales de Albotea Caldas de Bohi,
Carratraca, Cucho, Elorrio, Escoriaza, Estadilla, Frailes y la Rivera, Gaviria,
Ledesma, Lierganes, Montemayor, Ontaneda y Alceda, Ormaiztegui, San Gregorio de
Brozas, San Juan de Azcoitia, Santa Águeda y Santa Ana.
El
caño Il, de aguas sulfurado-sódicas, es similar de las de Betelú (Iturri
Santu), Bouzas, Caldas de Cuntis, Calzadilla del Campo, Carballino, Carballo
(baños antiguos, fuente de la Arqueta), La Puda, Lugo, Nuestra Señora de las
Mercedes, Partovia y Zuazo.
El
caño III, de aguas sulfurado-cálcicas, es semejante á las de Arechavaleta,
Bañolas, Buyeres de Nava, Carballo (baños nuevos), Grávalos, Martos y Villaro.
El
caño IV, de aguas clorurado sódicas sulfurosas, es similar de las de Alsasua,
Aramayana, Archena, Caldelas de Tuy, Chiclana, Corconte, Cortézubi, Gigonza, El
Molar, Otalora, Paracuellos de Giloca, Salinetas de Novelda. San Juan de
Ugarte, Segilez, Tiermas, Tona, Zaldivar y Zujar.
Claro
es que se trata de un procedimiento químico para crear esos cuatro tipos
principales, y los que determine el facultativo, y que la Sociedad que explota
el pensamiento, compuesta de personas respetables, no pretende competir con
tantos acreditados balnearios, sino servirles de auxiliar y complemento: ya
siguiendo una medicación análoga cuando los balnearios no funcionen, ya
sustituyéndolos para las personas que no pueden viajar.
El
aspecto del local es elegante, los baños confortables, y todo presentado, no
solo con buen gusto, sino con lujo y novedad. El éxito ha correspondido desde
luego á las aspiraciones de la empresa; personas de la más alta aristocracia
han dado tono al balneario, y le dan autoridad diez y seis médicos que han sido
los primeros clientes.
En el
despacho del director hay para los reconocimientos una batería formidable:
lámparas que alumbran las interioridades del estómago; agujas incandescentes
que cauterizan llagas invisibles; tubos donde se sopla, y el graduador indica
al paciente la cantidad de aire que desaloja en cada inspiración; máquinas para
llevar, fuertemente comprimidos en pequeño espacio, á la alcoba del enfermo
gases salutiferis, y otros instrumentos de que todos podemos disponer, y aunque
no los quisiéramos usar. En cuanto á las aguas, nada dejan que desear al que
las toma: tienen todo el normal sabor de los más acreditados manantiales.
Numerosos
vasos, con las tarjetas de sus dueños, producen al enfermo la ilusión de haber
salido de Madrid y hallarse en uno de los balnearios á la moda.
https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=00a1863c-9aaf-46c2-9b85-c5d0ba302584&page=2
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MADRID
Establecimiento
de aguas sulfhídricas y sulfurosas artificiales.
¿Tenemos
necesidad de encomiar los indiscutibles resultados de las aguas llamadas
sulfurosas, tan abundantes en la Naturaleza? Esto sería repetir hecho de todos
conocido, lo mismo del médico que continuamente las prescribe, que del enfermo
que constantemente las necesita, porque son constante recurso de la terapéutica
hidrológica.
Y he
aquí porque solo es de utilidad, sino hasta indispensable, en poblaciones como
la corte de España, el magnífico establecimiento denominado Aguas sulfhídricas
y sulfurosas artificiales, instalado en Madrid (Olózaga, 1º duplicado), con
privilegio por veinte años, bajo la dirección del ilustrado doctor en Medicina
y Cirugía, D. Jose Olavide y Malo: en el se puede continuar un plan curativo a
base de las aguas sulfurosas durante todo el año, cosa hasta ahora imposible a
pesar de su necesidad , y por lo tanto, las personas que acostumbren a
concurrir a Archena, Betelu, Elorrio, La Puda, etc.…o tengan que someterse al
régimen de estos u otros análogos manantiales, pueden empezar y seguir su
tratamiento en el mismo, o bien prolongarlo durante los meses de otoño,
invierno y primavera, en que tanto molestan ciertas enfermedades, encomendando
el agua mineral artificial la misión de acabar y asegurar el efecto de la
naturaleza empleada durante el verano; y sabido es que las aguas sulfurosas
ejercen acción muy benéfica sobre diversas enfermedades, como los catarros
bronquiales crónicos, ciertas manifestaciones cutáneas, el reumatismo, el
lupus, la anemia, etc.
Describamos
los grabados de la pag.173, que reproducen cuatro salas del Establecimiento.
El
primero, Sala de bebidas sulfhídricas y sulfurosas, es un lindo gabinete
situado a la derecha del vestíbulo; por depósitos y cañerías de cristal se
dirige el agua sulfurosa hacia las bocas de su elegantísima fuente, situada en
el testero principal del gabinete y siempre en condiciones de poder ser servida
a la temperatura ambiente o a otra mas elevada, sin que en momento alguno hasta
el de su salida, esté en contacto con el aire atmosférico, y cuatro grifos
señalados con los números romanos I, II, III, IV, arrojan respectivamente
distintas clases de agua sulfuros, dotada de gran riqueza química y
constantemente invariable.
Las
aguas sulfurosas naturales similares a las que arrojan esos caños son
innumerables: las del I (Sulfhídricas) corresponden a las de Albotea, Carratraca,
Elorrio, Escoriaza, Gaviria, Ledesma, Santa Águeda etc..; las del II
(sulfurado-sódicas), a las de Betelu, Caldas de Cuntis, Carballido, La Puda,
Zuazo; las del III (sukfurosa-calcicas), a las de Arechavaleta, Bañolas;
Buyeres de Nava, Gravalos y Villaro; las del IV (clorurodo-
sódicas-sulforosas), a las de Alsasua, Aramayona, Archena, El Molar, Otálora,
Salinetas de Novelda, Tiermas, Zaldivar y otras.
El
servicio se hace por medio de copas graduadas, sin perjuicio de que los
concurrentes al Establecimiento puedan llevar otros vasos particulares, y está
organizado de manera que se pueda tomar las aguas sulfurosas mezcladas con
leche, con horchata o con jarabes.
La
Sala de inhalación y pulverización para señoras está a la izquierda del
vestíbulo, y contigua, aunque independiente , a la de caballeros: las dos son
iguales, bellos salones decorados con elegancia, donde los concurrentes
encuentran una instalación de apartos pulverizadores de esbelta forma y
superior construcción, destinados a aplicar el agua sulfurosa en estado de
división o tenuidad grandísima, sobre la laringe u la faringe, la cara o la
cabeza, con facultad de poder variar asi la fuerza de proyección como la
magnitud de las particulas liquidas, merced a las distintas piezas supletorias
de dichos instrumentos, verdaderos modelos entre los de su clase.
Sabido
es que el campo de las pulverizaciones sulfurosas es muy extenso, por estar
indicadas en numerosas enfermedades.

La
Estufa de vapor es una cámara especial, con ambiente de alta temperatura, para
producir una gran sudación de la piel con fines terapéuticos, indispensable en
algunos casos, y está destinada a los enfermos que deseen continuar el mismo
tratamiento que en Archena y en otros balnearios.

El
“Vaporarium “para inhalación difusa es una instalación nueva y perfectamente
presentada: un gabinete de cristales cerrado herméticamente; en la pared de la
derecha hay una roca artificial. Bien ejecutada, y en las otras paredes se
apoyan divanes y sillones; de la roca surge una cascada, en forma de manantial,
del que se desprende el gas sulfhídrico nitrogenado, dosificado y mezclado con
vapor de agua, el cual aspiran los concurrentes, no solo sin molestia, sino con
perfecta comodidad.
Hay
además otras salas de inhalación, gabinete neumático, baño general y de
irrigación, salones para duchas generales, ascendentes y rectales, instalación electroterápica,
etc. y el día 1º del próximo abril se inaugurará un lindo gabinete de duchas
naturales y sulfurosas.
En
resumen: el establecimiento Aguas Sulfhídricas y sulfurosas artificiales revela
un brillante progreso, y su propietario y director facultativo merecen los más
cordiales plácemes.
https://www.google.es/books/edition/La_Ilustraci%C3%B3n_espa%C3%B1ola_y_americana/15lOfElng9gC?hl=es&gbpv=1&dq=%22olavide+y+malo%22&pg=PA163&printsec=frontcover
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El
libro sobre la memoria publicada en 1898 titulado “AGUAS Y BAÑOS SULFUROSOS Y
SULFHIDRICOS ARTIFICALES” “AEROTERAPIA E HIDROTERAPIA” “BAÑOS NATURALES” en la
calle Olózaga, núm. 1 duplicado. Nombra las aguas de Estadilla, las
instalaciones del establecimiento y los precios de los servicios.
https://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000059504&page=1