miércoles, 18 de marzo de 2020

RECORDAR LA FUENTE


     Este articulo es la historia de la fuente mas antigua recordada, y digo recordada que no es lo mismo que escrita en un documentos. Olegario Chesa Salamero la dejo escrita en la Revista Buñero ( editada por la Sociedad L’Aurora, segunda epoca nº 33  para que nosotros la recordemos para siempre


PARA RECORDAR

     No pretendo ni mucho menos presentar aquí un estudio o proyecto de ingeniería. Solo quiero traer a la memoria lo que fue y cómo a mi juicio se hizo por primera vez la subida del agua de la Fuente al pueblo, o sea al depósito del Castillo, que también se construyó en la misma fecha. En mi opinión, una obra faraónica si consideramos los medios de los que se disponía y el emplazamiento de la construcción. Pocos somos los que aún pudimos ver antaño y recordar ahora las ruinas de lo que aquello fue (sin duda alguna hoy sería una pieza de museo).
El mayor recuerdo que tenemos es el de la noria, pieza fundamental y más grande. Por cierto atascada, llena de herrumbre y agua jabonosa. También de la reja a través de la cual mirábamos el interior, algo casi imposible de conseguir porque siempre estaba llena de telarañas con unas tarántulas enormes.

     No he invertido tiempo en buscar fechas concretas de su construcción, pero por referencias y conversaciones con personas mayores creo que a principios del siglo XX; seguro que en la primera década ya se puso en funcionamiento. La corriente eléctrica ya estaba por el pueblo. Todos sabemos que por lo que fuera, quizá por la construcción de la central eléctrica de Arias, Estadilla fue uno de los primeros pueblos que gozaron de ella. Nos podemos preguntar, ¿por qué no se pusieron motores eléctricos? Sí que existían, pero al parecer no estaban acoplados a muchas cosas. Por ejemplo, los camiones y coches se ponían en marcha con una manivela. Bueno, hoy en día muchos aparatos se ponen en marcha manualmente.

     Para el proyecto determinado, hacía falta un salto de agua y así obtener la fuerza hidráulica para el funcionamiento de las bombas de elevación. El problema era que se tenía que respetar o tener en cuenta que el desagüe, una vez alimentada la noria, no estuviera más bajo que el servicio de agua para el riego de los huertos y, ante todo, para la Acequia del Regano (en aquellos años la Acequia del Regano era primordial). Por ello optaron por elevar el terreno, enrunando la fuente justo para poder coger el agua de los caños, pero de manera incómoda. Luego encima se construyó el lavadero. Tanto se levantó que el agua llegaba justo al nivel de su nacimiento.

     Hoy el lavadero está rebajado 20 cm debido a cierta sequía que padecimos. Muchas veces por desgracia las padecemos, pero aquella por lo visto fue más pronunciada y se alarmaron. Entonces pensaron o creyeron que la misma agua retenía la salida del manantial y determinaron de rebajarlo (si os fijáis en los hierros que soportan el tejado se nota dónde llegaba). No recuerdo que se obtuviera ninguna mejoría, o sea, más caudal de agua.

     Conseguido el salto de agua, ya solo me limito a presentaros unos dibujos en los que con buena fe he intentado reproducir cómo era más o menos el funcionamiento. No sé si había una, dos o cuatro bombas. El depósito donde actuaban las bombas se abastecía directamente del manantial.

     La traída del agua al pueblo en un principio tan solo se puso el agua en siete puntos, o sea, en siete fuentes distribuidas por las      calles. Las de las calles Iglesia, San Juan y el Portal del Sol muchos las hemos visto funcionar, pero yo aún recuerdo ver los restos en casa El Escribano (calle Romeo) entre la puerta de la casa y el callizo El Capitán. En casa Navarro, hoy Llari, entre la puerta del garaje y la esquina con calle San Juan. Otra, en la calle Llenado, en casa Juan Charnegué frente a la calle Almendra. En el Portal un abrevadero que en fotografías antiguas se localiza frente a lo que ahora es la salida de la calle la Almendra. También en casa Chías se puso una toma particular (la única en todo el pueblo). El motivo fue porque donaron a la villa el terreno donde se construyó el depósito.

     También los tubos de subir el agua al depósito han tenido su evolución. Los primeros eran de zinc recubiertos de una capa de alquitrán o brea y mezcla de arena. De dos centímetros de espesor y de unos 4 centímetros de diámetro interior. No sé cómo era el sistema de los empalmes.

     Cuando pusieron las bombas eléctricas, los pusieron de hierro con un diámetro de 6 a 7 centímetros en el interior, el empalme era igual al de los tubos de uralita, solo que la junta iba rellena de plomo fundido.

     Ya después, sobre los años 70, se pusieron de uralita. Cuando en los años 80 se hicieron los depósitos de la fuente y camino cementerio, se pusieron de nuevo de hierro, pero hoy en día ya son de poliéster (o sea plástico) con infinidad de accesorios

  LA FUENTE

     He dibujado la fuente antes de ser enrunada. Así al menos me la imagino, con algún mozalbete o mozalveta con pocas fuerzas para cargar los cantres (cántaros) en los bastes que portaban las caballerías y ellos puestos de pie encima del petril. También con la marmota. Según mi madre era donde lavaban las verduras. Me decía que estaba en la punta del abrevadero (no sé si además de la fuente en sí había algún abrevadero). Creo que sería como un pequeño estanque a la salida del manantial donde el agua quedara un tanto reposada para facilitar el lavado de las hortalizas.

     Respecto al basal o lavadero primitivo, donde se lavaba de rodillas, creo que lo he dibujado muy perfecto. Incluso pienso que el muro lateral no estaría hecho, o sea que es posterior a la fuente, pues si nos fijamos los sillares son más pequeños y por tanto las líneas o hileras no coinciden.

      Alguna vez, comentando con mi madre sobre el famoso “Llatonero de la Fuente”, me decía que una de las ramas les hacía sombra mientras estaban lavando. Por eso pienso que estaría muy pegado a la espuenda y muy cerca de los huertos.




Fotografias

La fuente del Llavadero hacia 1910. Fotos del libro de Mariano Badia "Así fuimos,así vivimos"

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