Un curioso
documento estadillano sin datos Aparentes, 1814
(por ernesto FERNÁNDEZ-xesta y VÁZQUEZ)
Hace relativamente poco tiempo, mi buen amigo de Estadilla, el médico Gil de Asprer y Hernández de Lorenzo, me invitó a visitar la biblioteca y la bodega de su padre[1], en su conocida Casa Morell, sita en la calle de Romeo, en la curva que da casi enfrente de la iglesia parroquial de San Esteban Protomártir; y después de enseñarme varios libros y algunos más que interesantes documentos, me entregó uno de éstos señalándome que me lo daba porque la forma de adquirirlo él había sido más que extraña; lo había encontrado, hacía años, no recordaba cuándo, en un contenedor de basura cercano a nuestra casa veraniega –el llamado Palacio de Estadilla o Palacio Abbad y Lasierra–, y antes de que se tirara y se destruyera, lo había tomado pensando en su conservación; pero habiendo visto que mis estudios estadillanos seguían incrementándose, había entendido que lo mejor era dármelo a mi para que pudiese estudiarlo y, después, hacer lo que creyese conveniente. Le di las gracias después de haberle echado un vistazo, y me lo llevé; sin más.
Algún tiempo después, reordenando mi despacho casero madrileño, me volví a encontrar con el documento y ya más tranquilo lo leí, lo transcribí y lo analicé.
Evidentemente, no es un documento de gran importancia, en general; pero, a la vista de su contenido, sí creo que puede tener un cierto interés para la recuperación y la conservación de la historia de nuestra villa; y, como, además, creo que es un episodio desconocido o prácticamente desconocido para la mayoría de nosotros, he pensado darlo a la luz para que, de esta forma, todos puedan saber del documento y, en lo que se pueda, de sus circunstancias.
El documento, en sí, no consta más que de un folio, escrito por ambas caras, 23 líneas en el anverso y 7 líneas en el reverso; con letra de la época –siglo xix, en sus comienzos–, muy clara, dejando muy amplio margen a la izquierda de la escritura, realizada ésta con tinta amarronada; no lleva fecha, ni firma ni rúbrica; más parece un borrador para que algún pendolista o amanuense pudiera utilizar el texto.
El original, y dado el lugar en el que se encontraba cuando fue hallado por Gil de Asprer, aparece con bastantes arrugas y dobleces, pero en muy buen estado, no habiendo ningún trozo del texto que aparezca roto ni manchado o que la doblez no permita leer el texto.
Una vez leído se ha podido comprobar que se trata de un panegírico realizado oficialmente, durante el siglo xix, en la Villa de Estadilla y dedicado a un Capitán General y Presidente, se supone que de la Audiencia de Aragón, que va a pasar –sólo a pasar– por Estadilla o por cerca de ella, en un viaje que, inicialmente, desconocemos, y a cuya persona la localidad, sus autoridades y su población, quieren honrar y a quien recuerdan que los habitantes de esta villa oscense sostuvieron algunas batallas contra unos enemigos comunes tanto en el paso del río Cinca como en el de su afluente, el Ésera.
A continuación, se procede a la transcripción del documento, advirtiendo al lector de que se ha procurado, en lo posible, mantener la misma grafía y ortografía que en el original, excepto, en algunas ocasiones, en la acentuación y en la puntuación, modernizándolos y haciéndolas actuales, para una mejor comprensión del texto por parte de todos.
El cambio de folio se ha marcado con una doble barra en negritas (//) y, en alguna ocasión, se ha incluido entre corchetes [ ] alguna letra o alguna palabra que puede permitir una más fácil lectura.
Como se verá, el documento comienza con una cruz (+) y, al centro, con la salutación al destinatario
+
Excelentísimo Señor
La
Villa de Estadilla, Capital de la Baronía de Castro, enagenada de gozo al
lograr la dicha de ver a su amado e incomparable General, quisiera hacer en su
presencia grandes demostraciones para acreditar a V. E. el respetuoso amor que
le profesa y la gratitud eterna con que le mira, acordándose de todo quanto
debe a V. E. este Reino de Aragón; pero como esto no es dado à las pequeñas
poblaciones, se tiene que contentar con ofrecer, como ofrece, los corazones
sinceros de todos sus Vecinos, que todo lo esperan del talento, actividad,
zelo, y conocimientos de V. E., a quien miran, aman y respetan como à su
Libertador, Protector y Padre. El júbilo que todos recibieron luego que
supieron la libertad de V. E., su regreso a España, y, sobre todo, quando
nuestro adorado Monarca se sirvió destinarle à la Capitanía General y
Presidencia de este Reino, para [el] que había
sido escogido por nosotros mismos, se renueva hoy, Señor Excelentísimo, con su
amable presencia, según lo testifica el gozo general, las lágrimas dulces, y
las emociones de todos los circunstantes, que solo sienten lo poco que les
durará tan alagüeño placer; aunque les consuela que V. E., como el Sol,
difundirá sus rayos luminosos desde qualquier parte que se halle // è influirá en nuestra felicidad.
Sírvase V. E. admitir el homenaje de este Pueblo, que imitando sus virtudes,
armado en masa, supo contener por dos meses à los enemigos en el paso del
Cinca, y vencerlos en el de[l] Ésera,
haciéndoles seiscientos prisioneros que únicamente quedaron vivos de una
columna de mil y trescientos hombres.
A partir de esta transcripción, se intentará llegar al fondo del documento, buscando, inicialmente, la más exacta respuesta a tres preguntas previas:
1º. A quién se dirige el documento
2º. Cuándo se escribe
3º. Quién lo escribe
Del destinatario del texto que estudiamos sólo sabemos, a partir de la lectura del texto, que es un amado e incomparable General; que se le debe mucho en el Reino de Aragón, y a quien se llama Libertador, Protector y Padre; que todos se llenaron de júbilo luego que supieron su libertad y su regreso a España, y, sobre todo, cuando el Rey se sirvió destinarle à la Capitanía General y Presidencia de este Reino [de Aragón], para el que había sido escogido por la propia población.
La única persona que puede reunir en sí mismo todo este conjunto de afirmaciones, honores y cariño es, en mi opinión, don José Rebolledo de Palafox y Melci, conocido como el general Palafox.
La defensa de Zaragoza
en los dos Sitios, entre 1808-1809, a la cual contribuyeron todas las
poblaciones aragonesas, entre ellas las del Altoaragón y de la Ribagorza,
Estadilla entre ellas, hace posible que a él, al General Palafox, se puedan
aplicar las frases del documento que señalan que el destinatario es un amado e incomparable General; que se le
debe mucho en el Reino de Aragón, y a quien se llama Libertador, Protector y Padre.
Pasados los dos Sitios de Zaragoza, que lo encumbraron a la categoría de héroe y de símbolo máximo de la resistencia contra el invasor, el General Palafox, tras la capitulación del 20 de febrero de 1809, fue, de acuerdo con el tenor del artículo 4º de la misma, conducido preso a Francia, donde se le mantuvo hasta su posterior liberación, el 13 de diciembre de 1813, regresando a España a comienzos de 1814[3]. Coincide pues, con la frase del documento de que los que lo escriben –o los que citan el texto– se llenaron de júbilo luego que supieron su libertad y su regreso a España.
Y, finalmente, hay que recordar que poco después, en septiembre de 1814, Palafox recibió el nombramiento, de nuevo, de Capitán General de Aragón y de Presidente de su Real Audiencia; cargos en los que se mantendría hasta el mes de octubre de 1815.
2º.
Cuándo
se escribe
Y debió haber sido
escrito con ocasión de un viaje suyo por la Ribagorza, Somontano, Cinca Medio y
La Litera, entre Barbastro y Monzón, pasando el río Cinca, que transcurre,
alejándose cada vez más de las poblaciones, a los pies de Estada, Estadilla y
Fonz, hacia Monzón, o, quizá, por Fonz y San Esteban de Litera hacia a Binéfar
y Tamarite de Litera.
Mapa de localizaciones arqueológicas en la zona de la Litera; la leyenda inferior del mapa señala: Metalurgia 1: El Turmo, 2: Sosa II, 3: Las Forcas, 4: Olriols I, 5: Santa Ana, 6: Les Corques, 7: Regal de Pídola, 8: Camino de Algayón, 9:Montderes. En thttps://www.researchgate.net/figure/Figura-46-Metalurgia-1-El-Turmo-2-Sosa-II-3-Las-Forcas-4-Olriols-I-5-Santa
En todo caso, la fecha de su paso por Estadilla puede establecerse en la del 19 o el 20 de noviembre de 1814.
Carretera
denominada de Estada a Binéfar, marcada sólo de Estadilla a San Esteban de
Litera. Desde San Esteban se puede ir directamente a Tamarite o a través de la
propia Binéfar que es el fin de esta carretera. Asimismo, desde Fonz hay
carretera directa a Monzón, pasando por Cofita y Ariéstolas.
3º.
Quién
lo escribe
Bien; ya hemos
establecido que el destinatario de las elogiosísimas palabras escritas en el
documento que estudiamos es el Capitán General don José Rebolledo de Palafox y
Melci, y que éstas debieron ser escritas con ocasión de ese rápido viaje
general realizado por él a la zona a principios de su nuevo mandato, los días
19 y 20 de noviembre de 1814. Ahora falta por dilucidar quién o quiénes lo
escriben o encargan que se escriba.
Pero no
es, tampoco, tarea difícil.
Y da toda la impresión de que el documento no está redactado, ni escrito o mandado escribir por una sola persona, sino que se hace en nombre de toda la Villa.
“… los días 29
de abril de 1810 y 14 de mayo de 1810, Dionisio nos aparece como Alcalde de
Estadilla, cargo en el que estuvo más de 26 meses, dimitiendo el dia 1 de
octubre de 1812, aceptándosele la renuncia el siguiente dia 5 “con tal que sus
habitantes no se desagraden”, si bien volvía a serlo el 4 de marzo de 1814 y,
como tal, hubo de hacer el inventario de los bienes de los Padres Trinitarios
para su desamortización; lo encontramos, también, como “uno de los Questores de la Real Casa de Misericordia de
este Reyno de Aragón”, cargo que invoca cuando en 1812 renunció a la Alcaldía,
porque los Questores “... estan exentos de los oficios de republica”; el
10 de febrero de 1817, en un nuevo escalón, y como Rexidor-Decano de la Villa de Estadilla, es comisionado, entre
otros, para acudir a la Corte a felicitar, en nombre de la Villa, tanto al Rey
cuanto al Infante Don Carlos, por sus respectivos matrimonios …”
Parece claro; Dionisio de Abbad, había sido Alcalde de
Estadilla desde antes del mes de abril de 1810 hasta su dimisión el 1 de
octubre de 1812; pero volvió a ser Alcalde de Estadilla a partir del 4 de marzo
de 1814, sin que se nos indique, en ningún momento, que dejase el cargo, sino
que pasó a ser Regidor Decano de la población, en cuyo cargo se encontraba el
10 de febrero de 1817, fecha en la que se le comisiona, con otros, para acudir
a Madrid a las bodas reales[10].
Y, además, si se comparan las formas de escritura, o
de oratoria, entre la congratulación que Dionisio hace ante el Rey Don Fernando
VII y ante el Infante Don Carlos María Isidro, en 1817, con la escritura de
este documento que ahora estudiamos, se puede ver, perfectamente, que la
retórica es la misma en uno y en otro.
Creo, pues, que queda bien claro que ha debido ser el
entonces Regidor Decano estadillano, don Dionisio de Abbad y Monseo, y su
propio gobierno municipal, haciéndose eco, evidentemente, del pensamiento de
toda la villa, quien encarga que se prepare y redacte este escrito que, con
toda seguridad, se entregaría posteriormente a un amanuense o pendolista para
que lo pusiera en limpio, con letra historiada en un soporte de buen papel o de
vitela, para su entrega al General victorioso.
Lo que no puedo asegurar, aunque entiendo que sí se
logró, es que el documento se pasase a limpio y fuese, finalmente, entregado,
por la autoridad municipal estadillana del momento al General Palafox…
4º.
Hechos
históricos citados en el documento
Bien; ya sabemos a quién se dirige el escrito, cuándo
se escribió y con ocasión de qué se escribió y quién o quiénes lo encargaron y
para qué; pero quedan otros temas a dilucidar, que son los referidos a dos
hechos históricos concretos
A.- En efecto; al principio del documento, se dice, de
manera explícita, lo siguiente:
“La Villa de Estadilla, Capital de la Baronía de Castro…”
Queda clara, por ello, como se ha dicho más arriba, la
autoría de algún concreto hijo de la villa, que, desde los tiempos de Fernán
Sánchez de Castro, hijo primogénito y bastardo del Rey Jaime I, el
conquistador, quien le donó diversas poblaciones de la Ribagorza (La Puebla de
Castro, Estadilla, Estada, etc., etc.), tomando el nombre de alcuña –Castro–, de la primera población recibida, y
haciendo de Estadilla, y de su castillo, la piedra angular de su señorío o
baronía. Y son normalmente los habitantes del lugar o los empleados de los
propios señores quienes dan esta denominación de capital de la baronía de Castro a nuestra villa.
B. Pero, por otro lado, al final del escrito que
estudiamos el panegírico hacia el General se convierte en una reclamación de
parabienes a la villa que le escribe; y se hace revindicando unas acciones
concretas, ocurridas, parece, durante la lucha contra el francés, durante la
Guerra de Independencia, más que posiblemente en época en la que el propio
General Palafox comandaba las fuerzas aragonesas defendiendo, al tiempo, la
plaza de Zaragoza; o inmediatamente posteriores. Pues las palabras del
documento son claras:
“… el homenaje
de este Pueblo, que imitando sus virtudes, armado en masa, supo contener por
dos meses à los enemigos en el paso del Cinca, y vencerlos en el de[l] Ésera, haciéndoles seiscientos prisioneros que únicamente quedaron
vivos de una columna de mil y trescientos hombres. “
¿A qué acciones se refieren los autores del escrito?
¿Son ciertas?
En principio, nos lo aclara de manera precisa el Conde
de Toreno, en su célebre obra sobre el levantamiento español contra Napoleón[11],
cuando menciona una serie de acciones y
hechos consecutivos ocurridos en el año de 1809: el día 7 de mayo, en que las
fuerzas de don Joaquín Blake salieron de Tortosa para ir a ayudar a Barbastro y
a Monzón; el 16 [de mayo] día en el que los franceses cruzaron el Cinca por el
vado y barca de Pomar para atacar Monzón; el día siguiente [17 de mayo] en el
que las fuerzas de Barbastro y de Fonz ayudaron a los españoles de Monzón; y el
21 de mayo, en el que los franceses se entregan prisioneros; con las siguientes
palabras:
“Necesario era que los franceses vengasen
tamaña afrenta. Dirigieron pues crecida fuerza [a] lo largo de la
derecha del Cinca, y el 16 cruzaron este rio por el vado y barca del Pomar.
Atacaron á Monzón que guarnecía con un reducido batallón y un tercio de
miqueletes Don Felipe Perena; creían ya los enemigos seguro el triunfo, cuando
fueron repelidos y aun desalojados del lugar del Pueyo. Insistieron al dia
siguiente en su propósito, y hasta penetraron en las calles de Monzón; pero
acudiendo á tiempo desde Fonz Don Juan Baget tuvieron que retirarse con pérdida
considerable. Escarmentados de este modo pidieron socorro á Barbastro, de donde
salieron con presteza en su ayuda 2000 hombres. Desgraciadamente para ellos el
Cinca hinchándose con las avenidas salió de madre, y les impidió vadear sus
aguas. Separados por este incidente, y sin poder comunicarse los franceses de
ambas orillas, conocieron su peligro los que ocupaban la izquierda, y para
evitarle corrieron hacia Albalate en busca del puente de Fraga. Habia antes
previsto su movimiento el gobernador español de Lérida, y se encontraron [las tropas francesas]
con que aquel paso estaba ya atajado, revolvieron entonces sobre Fonz y
Estadilla, queriendo repasar el Cinca del lado de las montañas situadas en la
confluencia del Esera. Hostigados allí por todos lados, faltos de recursos y
sin poder recibir auxilio de sus compañeros de la margen derecha, tuvieron que
rendirse estos que en vano habian recorrido toda la izquierda, entregándose
prisioneros el 21 de mayo á los gefes Perena y Baget en número de unos 600
hombres. Encendióse mas y mas con hecho tan glorioso la insurrección del
paisanage, y fue estimulado Biabe á acelerar sus movimientos.”
Esta acción de los vecinos de Fonz y Estadilla en el
Cinca contra los franceses, es recogida, asimismo, en el librito-folleto Fonz cuando señala que
“En la guerra de
la Independencia ocurrió un hecho relevante: el 20 de mayo de 1809, unidos los
de Fonz y Estadilla propiciaron una batalla a los franceses en el Cinca,
mandados éstos por el coronel Robert[12]”
Lo que confirma la propia publicación al añadir los
datos de una nota de uno de los libros parroquiales de defunciones[13], que
indica que
“Fue en el día
20 de mayo de mil ochocientos y nueve, no se pudieron hacer las funciones de
los dos entierros inmediatos por haber acaecido en este día una batalla entre
las tropas francesas y españolas que luego por la mañana se comenzó en esta
villa y se terminó en las inmediaciones del Cinca; tampoco se pudo bendecir la
Pila Bautismal habiendo ocurrido en este día la vigilia de Pentecostés, no se
pudo hacer función alguna por la revolución tan extraordinaria que hubo en este
pueblo, bien que a las dos de la tarde quedó ya todo pacífico y sosegado. Por
entonces, porque se hicieron más de seiscientos prisioneros franceses y los
restantes se ahogaron en el Cinca”
Como se ve, todos los datos encontrados, y aunque
insistiendo unos en una cosa y otros en otra, viene a coincidir con las
palabras del autor o autores del documento que estudiamos; las acciones del
Cinca y del Ésera, del 20 y del 21 de mayo; y los 600 prisioneros que se
entregaron a Perena y Baget. Y el año, es claro, es el de 1809, pocos meses
después de que las fuerzas napoleónicas tomaran definitivamente la ciudad de
Zaragoza, tras la capitulación firmada el 20 de febrero de 1809.
Sólo falta por dilucidar qué fuerzas tomaron parte,
por parte de Estadilla y de Fonz en estas batallas.
[1] Que, en 2020,
en plena pandemia, pudo cumplir, felizmente, su 100º aniversario.
[2]
Véase El Gran Capitán, portal de
historia militar, El general Palafox,
publicado el 20 de septiembre de 2007 con última actualización de 17 de octubre
de 2017 (consulta de 6 de enero de 2018). Puede verse en la página web http://www.elgrancapitan.org/portal/index.php/articulos3/figuras-historicas/287-el-general-palafox?showall=1&limitstart=.
Asimismo, http://artillerosdearagon.blogspot.com.es/2007/11/el-general-palafox.html.
Martes, 27 de noviembre de 2007; consulta de 6 de enero de 2018; así como la
obra de Concha Lomba y Pedro Rújula, Historia de la Universidad de Zaragoza. P. 182
[3] El Gran Capitán, citado..
[4] El Excmo. Sr. D. Josef Rebolledo de Palafox y Melci, a
caballo. Francisco de Goya, 1814 (http://www.fundaciongoyaenaragon.es/goya/obra/catalogo/?ficha=320).
[6] José de Palafox, Autobiografía, Preparación e Introducción de J. García Mercadal,
Zaragoza, Taurus, 1966
[7] Manuel Ortuño Martínez, Vida de Mina: Guerrillero, liberal, insurgente, Trama Editorial,
colección Barlovento, 2008.
[8] En Variaciones de los Municipios de España
desde 1842, Ministerio de Administraciones Públicas, Secretaría General
Técnica, 2009, se señala que Olriols se
extingue y su territorio se incorpora a Tamarite. Censo 1857; realmente, quedó
despoblado, pero hoy, en el lugar de su antigua ubicación, se están encontrando
importantes restos arqueológicos de épocas muy pretéritas. Por otro lado, se
nos dice que en la Guerra de Secesión Catalana, Los saqueos, incendios y talado de los campos, despoblaron numerosos
lugares, entre ellos …. Las aldeas de Olriols y Algayón o los caseríos de
Miporqué, Cornovis, Cuquet y Tusal, en las proximidades de Tamarite de Litera
(Porfirio Sanz Camañes,
“Fronteras, poder y milicia en la España Moderna. Consecuencias de la
administración militar en las poblaciones de la frontera catalano-aragonesas
durante la Guerra de Secesión Catalana (1640-1652)”, Manuscrits, nº 26 (2008), pp. 54-77).
[9] Ernesto Fernández-Xesta y Vázquez, El Infanzón aragonés…, p. 354
[10] Véase el siguiente capítulo de este libro de curiosidades, titulado El
regidor Decano de Estadilla, don Dionisio de Abbad y Monseo, acude, en nombre
de la villa, a felicitar a Su Majestad, el Rey don Fernando VII, y a su
hermano, S. A. R. el Infante Don Carlos María Isidro, por sus respectivos
matrimonios, 1817
[12] Fonz, Departamento de Cultura. Obra Social de
Ibercaja, 1998, p. 8
[13] Ibidem. Cita Libro IV de Defunciones, fº 67 vº.
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