jueves, 26 de septiembre de 2024

EL ESTADILLANO QUE SALVO EL CÓDICE

 

Creo que no debo omitir información alguna sobre el artículo del Códice, publicado en el periódico El Debate del 10 de agosto de 1929, y menos cuando una de las personas que le debe la vida al mismo fue un estadillano. Ese Códice que es nada más y nada menos que un manuscrito en latín de finales del siglo X (hacia el año 990) y que recoge importantes textos referente a nuestra historia concretamente a los reinos de Francia, Pamplona y Aragón.

El articulo dice así:

EL Códice de la Roda, depositado en la B. Nacional

Se perdió en 1699, y después de aparecer cincuenta años más tarde, volvió a perderse hasta hace un año (1928). Tiene doscientos treinta y dos folios y se compuso en el siglo X.

REPRESENTA, PARA LA HISTORIA, LO QUE EL “POEMA DEL CID” PARA LA LITERATURA

Ayer ha sido depositado en la Biblioteca Nacional el famoso códice llamado de la Roda, que ha adquirido el Gobierno en 70.000 pesetas. El ofrecimiento de venta fue hecho en el pasado mes de abril al Comité ejecutivo del Patronato del Tesoro Artístico nacional. Esta entidad, en la Junta celebrada el día 30 de dicho mes, dio cuenta de la oferta, que había sido hecha también anteriormente a la Academia de la Historia.

Los vocales del Comité estimaron entonces que era de capital importancia el ofrecimiento y que convenia su adquisición. Así, pues, se dio un voto de confianza al director de Bellas Artes, quien realizo las gestiones de compra, previo informe pedido a la Real Academia de la Historia. Esta señalo la importancia del preciado manuscrito, manifestando que “para los estudios históricos tiene tanta transcendencia como para la literatura haya podido representar el poema del Cid”.

El poseedor del manuscrito pidió 100.000 pesetas, cantidad que se logró rebajar a 70.000.

La historia del Códice.

Hace poco más de un año, el insigne paleógrafo, P. Zacarias Villada, anuncio al mundo de los eruditos, que el códice de la Roda había aparecido. Su perdida la habrán lamentado de consuno cuantos investigadores se han ocupado de las crónicas primitivas españolas, de los orígenes del Reino de Navarra, de los Reyes de Francia y de los condes de Aragón. No quedaba del preciado manuscrito más que la descripción que dé él se guardan en la Biblioteca Real de Madrid y las dos copias de la Real Academia de la Historia.

El códice de la Roda, llamado así porque se conservaba en el Archivo de la Catedral de Roda, en el Alto Aragón, desapareció de su sitio el 10 de junio de 1699. El códice continúo perdido por espacio de medio siglo, hasta que lo adquirió Abad y Lasierra, prior de la Santa María de Meya, en la provincia de Lérida, entre los desechos de una librería, al parecer, del arcediano don Diego Joseph Dormer. Paso luego a poder de don Francisco Llobet y Mas, sucesor de Lasierra en el Priorato, y volvió nuevamente a perderse, hasta que ha revelado su existencia su último poseedor.

Uno de los mas curiosos folios
del famoso códice de Roda.
En él empiezan las genealogias


Su descripción.

El manuscrito es de pergamino grueso y mide 205 x 285 milímetros. Este escrito en general a una columna, salvo raras excepciones. Consta de 232 folios perfectamente conservados. Según lo ha descrito el P. Villada, su letra es la minúscula visigoda, con algunas notas marginales en cursiva del mismo carácter. Por las diferencias en los tipos de letra se advierte que fue escrito por varias manos. Los títulos y los números de las eras van en tinta roja. Las iniciales, en rojo, azul, amarillo y verde. En el texto se distinguen dos tipos de tintas, una mas negra que otra. Algunas iniciales llevan preciosos dibujos. Entre ellos sobresale un dibujo lineal, a media plana, que representa la Adoración de los Magos, de tipo oriental e indumentaria bizantina. También es notable el dibujo románico de la ciudad de Babilonia, y los de las ciudades de Ninive y Toledo.

 

Por la paleografía del manuscrito, pertenece al tercer periodo de la escritura visigoda, o sea desde el segundo tercio del siglo X hasta principios del XI. Según el P. Villada, se hizo por los años de 954 a 986, en que reino Lotario III y los de 992 y 1021, año en que murió el Obispo Don García. Debió copiarse en algún territorio de la Rioja, Navarra o el Alto Aragón.

Su valor histórico.

El valor del códice rotense es inestimable, no solo por tratarse de un valioso ejemplar paleográfico, sino por los textos que encierra. Sobresalen las crónicas de Osorio y San Isidoro y las de Alfonso III, que es el mas antiguo ejemplar que se conoce de su segunda redacción. Es notable también el texto de la crónica albeldense. Sobre todo, esto tienen una particular trascendencia las noticias sobre los reinos y condados pirinaicos, sobre cuyas genealogías no se conocen mas códice que este y otro posterior, el de San Isidoro de León, que posee la Academia de la Historia. Finalmente acrecientan extraordinariamente el valor del manuscrito las formulas de fe y los tratados dogmáticos de los últimos folios, así como la descripción inédita de la ciudad de Jerusalén.



 

EL ESTADILLANO MANUEL ABAD LASIERRA 

SALVO EL CÓDICE Y LA HISTORIA

Texto: Corresponde al periodico El Debate, del 10 de agosto de 1929

1 comentario:

  1. Una verdadera pena que estas Historias se queden en las hemertotecas, en libros, en Instagram o en este blogs. Esta Historia y este personaje es nuestro y somos nosotros los que tenemos que hablar de esta hermosa historia

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