Hace unos días
buscando información sobre historias de Estadilla, encontré en internet una página
web de Cristina Remacha. Muchas personas le conocerán como aquella mujer que
pintó algunos de los cuadros de nuestra actual iglesia, yo particularmente la desconocía
o mejor dicho poco conocía de ella, cuando buscando en internet encontré que
Cristina Remacha, pintó varios de los cuadros, me encandilé de su artículo titulado
“como se hizo la Santa Cena”, su manera de explicar cómo pinto la Santa Cena,
me hizo visualizar sobre el cuadro sus explicaciones y desde entonces lo veo de
otra manera, con este articulo pretendo que las personas vean como lo pinto este
cuadro.
Me atreví a
mandar unos días antes de publicar este articulo un email a Cristina Remacha,
solicitando publicar su artículo en este blogs y su contestación no fue solo la
autorización a hacerlo, sino que además me dijo que fue muy feliz pintando los
cuadros de nuestra iglesia, que tenía muchísimas ganas de venir a verlos y que
los recuerdas con amor cada vez que coje un pincel para pintar.
Cerrando los
ojos y escuchando su descripción seriamos capaces de visualizar el cuadro. Tal
y como lo describe Cristina Remacha a continuación.
LA SANTA CENA
Después de
preparar el lienzo, dibujar la escena, los personajes, me centre en el rostro
de Jesús. Había hecho un estudio de las características de la raza judía, para
dar realismo a unos rasgos demasiado idealizados a veces. Puse énfasis en la
mirada que encerrase dolor y firmeza y a la vez una gran serenidad.
Sus manos tenían que ser fuertes, manos de herrero y carpintero, manos grandes acogedoras, sanadoras…
Dibuje a los apóstoles en un momento de tremenda inquietud e incomprensión. Unos charlan otros se preguntan otro se arrodilla el preguntar. No ha querido decir nunca quien era Judas
Las manos de los apóstoles son grandes también. Manos de pescadores que se inquietan y tiemblan.
Juan, el apóstol querido, se hace cargo de la madre de Jesús anticipándose a la cruz
Maria no puede resistir el relato, las palabras de su hijo y llora de espaldas para que su Jesus no la vea, Juan la consuela.
El cáliz es de madera, y su sombra sobre el mantel anuncia el destino de la cruz
El manto o cortina que los envuelve es el símbolo de la presencia de Dios
Esta restaurado y aparece la fecha original: 1732
Las dimensiones son 169 x 108 cm
Esta obra, así como San Esteban, San Pedro y San Pablo, y Jesús crucificado, pertenecen a la Iglesia Parroquial de Estadilla (Huesca)
.
A LA ARTISTA
QUE NOS EXPRESA CON
DETALLES SU PINTURA
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