LA REALIDAD DE LAS COFRADÍAS DE
ESTADILLA
EN DOCUMENTOS DE LOS SIGLOS XVIII Y
XIX
Introducción
En la historia de una población son
interesantes todos los datos de todos los ámbitos de la vida. Entre ellos, los
religiosos y los comunitarios. Y uno de los aspectos más intrínsecos de la
vida, tanto civil como religiosa de los habitantes de la localidad es la
creación de Cofradías o Hermandades en las que agruparse; bien seglares bien
eclesiásticas… Pero suele ser un tema no demasiado estudiado.
En la vida de Estadilla, comentaba
yo en mi estudio acerca de los Abbad[1]
que existieron, efectivamente, varias
Cofradías que pervivieron a lo largo de los siglos; y de varias de ellas se
conservan sus Libros de actas o acuerdos en el Archivo Parroquial de Estadilla;
pero, además, hemos encontrado diversas menciones a las mismas en otros
determinados documentos como relatos de visitas pastorales del Obispado de
Lérida a la Parroquial de San Esteban Protomártir de la villa de Estadilla o,
incluso, un documento concreto acerca de las diferente Cofradías de las
distintas localidades de Aragón; todos ellos de finales del siglo XVIII o
principios del siglo XIX….
El estudio de esos documentos y de
esos datos pueden, quizá, aportar un mayor conocimiento a la historia de la
villa; o, al menos, permitir a sus habitantes actuales o futuros el mayor
conocimiento de su localidad.
I.- Las
Cofradías. Relación y datos
Antes de nada ha de recordarse que,
hasta bien entrado el siglo XX, eclesiásticamente Estadilla pertenecía a la
Diócesis de Lérida, no a la de Barbastro y que, por ello, la mayor parte de la
documentación diocesana sobre Estadilla se encontrará en los archivos
eclesiásticos ilerdenses. Asimismo, Estadilla pertenecía al partido judicial de
Tamarite de Litera. No obstante, es interesante constatar la existencia de un
documento de 1771, del que se hablará,
que incluye a Estadilla en el “partido” de Barbastro.
Habiéndose dejado constancia de
estos temas, ha de señalarse que, en mi citada obra sobre la familia Abbad y,
por ello, sobre Estadilla, señalaba yo[2] que,
en la localidad, podría había habido hasta 8 posibles Cofradías:
1.
La
del Santísimo Sacramento, también
llamada del Corpus Christi
2.
La
de Nuestra Señora del Rosario
3.
La
de San Miguel
4.
La
de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
5.
La
de los Santos Fabián y Sebastián, a
veces sólo de San Fabián.
6.
La
denominada de Santa Quiteria
7.
La
de Nuestra Señora de la Carrodilla
8. Una Cofradía eclesiástica en unión del clero
de Fonz y Azanuy
Asi, un documento de visita
pastoral que hemos querido datar en 1770[3], y,
como mera relación, sin preeminencias ni antigüedades, señala la existencia,
entonces, de hasta 5 Cofradías seculares y 1 eclesiástica; aunque, luego, nos
habla, también, de la de la Balsa y de la de la Carrodilla:
1.
Cofradía
del Santísimo
2.
Cofradía
de Nuestra Señora del Rosario
3.
Cofradía
de San Miguel
4.
Cofradía
de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
5.
Cofradía
de los Gloriosos Santos Mártires Fabián y Sebastián
6.
Cofradía
de San Nicolás de Bari, de
sacerdotes
7.
Cofradía
de Santa María de la Balsa, en esta
iglesia
8.
Cofradía
de Nuestra Señora de la Carrodilla,
en su Santuario
Sin embargo, otro documento, casi
coetáneo, el Estado general de las
Cofradías, Hermandades y Congregaciones correspondientes a la Villa de
Barbastro junto a los pueblos de su partido. Año 1771[4], se refiere
a localidades del entorno barbastrense pero no a los de la Diócesis de
Barbastro. Las 4 Cofradías que cita para Estadilla son, por este orden, las de
la Sangre de Cristo, la de San Miguel,
la de San Fabián y la del Corpus Christi.
- Cofradía del Sacramento
- Cofradía de la Sangre de Cristo
- Cofradía de San Fabián.
Otros documentos, de otros tiempos
diferentes e incluso casi coetáneos, nos hablan de menos cofradías o no hablan
de ellas; unas veces porque han desaparecido y otras porque aún no se han
creado.
Y, por lo que se verá, no todas
coexistieron ni todas eran iguales; unas eran seglares y otras religiosas; unas
eran de principales y otras de todos; unas eran masculinas y otras femeninas…;
pero todas tiene una historia -más o menos extensa- que relatar.
1.-
Cofradía del Santísimo Sacramento o Cofradía del Corpus Christi
La
primera o, en mi criterio, la más antigua de estas Cofradías con la que nos
encontramos, es la Cofradía del
Santísimo o del Santísimo Sacramento o
del Corpus Christi, de la que el documento datado en 1770 señala
que, entre sus actividades, “se decía un
sufragio por un caballero difunto y 30 misas rezadas”; así como que, “por costumbre, los Hermanos de esta Cofradía
llevan las varas del palio en la Procesión del Corpus y cuando se pone y se
saca el Señor del monumento y la Dominica infra octava del Corpus hacen el
gasto de cera en el Altar y sólo tiene de renta anual en casa de Miguel
Mencerreg, 10 libras que, al 3 por 100 [son] 6 sueldos”; pero el documento de 1771, de relación de Cofradías de
Barbastro y su entorno, custodiado en el Archivo Histórico Nacional, y que tan
sólo menciona la existencia, entonces, de 4 Cofradías, la relaciona como la
primera de las cuatro que cita, diciendo de ella que era la “del Corpus Christi, del
Número de catorce hermanos. Ésta tiene
la posesión en las Prucisiones de Juebes y Viernes Santo y día del Corpus;… en
este dia el Mayordomo acostumbra dar un refresco.”
Pero también sabemos,
por lo que dice en 1816 el citado abad Espluga, que esta Cofradía “… estaba compuesta de los sugetos más
distinguidos del pueblo y de ella se
dice que procede de tiempos anteriores a 1400”, alegándose, como fuente, un
documento, que no hemos logrado encontrar, pero que parece haber estado datado
en 4 de octubre de 1400, y que por medio del cual se conceden unos censales a
favor de esta Cofradía; aunque no hayamos encontrado todavía esta prueba
documental concreta, si aceptamos el hecho sin más, aunque, como ocurre con
otras de estas diferentes Cofradías, lo único que sí podemos señalar como
seguro y documentado, es que ésta ya existía y funcionaba, al menos, el 26 de
septiembre de 1673, día en el que se ordena la excomunión de su Mayordomo,
entonces Pedro Bardaxí[6], así
como que en 30 de octubre de 1807 estaba aún activa, siendo su Mayordomo,
entonces, Nicolás Coll[7]; se
conserva, en el Archivo Parroquial estadillano, su Libro Nuevo que da principio
en el año 1815 y es continuación de
otro viejo que se halla guardado en el Archivo de la Hermandad[8],
cuyas anotaciones terminan en 29 de abril de 1891; y en dicho Libro se encuentran las Nuevas Ordinaciones de la Cofradía, que
firman en ese mismo año de 1815, entre otros, Francisco Antonio Abbad, Prior,
Dyonisio de Abbad, Lorenzo Navarro, Esteban Abad y Manuel Abbad y Cistué, y
donde se establece que, para entrar en ella, se habrá de acreditar limpieza de
sangre, buenas costumbres de la familia, arreglada vida y loables costumbres,
todo ello de forma pública y notoria[9].
2.-
Cofradía de
Nuestra Señora del Rosario
Se trata, en mi
opinión, de la segunda Cofradía más antigua que se relaciona en el elenco del documento de 1770, pero que no aparece
citada en el documento de 1771; por los datos encontrados parece haber sido
fundada el de 4 de junio de 1651[10] y
renovada en 1805; si bien, de un lado, sabemos que esta Cofradía no aparece
entre las Cofradías convocadas en 30 de octubre de 1807; y, de otro, tenemos
las palabras citadas del abad Espluga, de 1816, de estar ya, ese año,
desaparecida; sin embargo, en su Libro[11]se
observa una anotación que, textualmente, dice que “Perdido por completo el espíritu y devoción de la Cofradía del Santo
Rosario, se reanimó el año 1819”; ello nos demuestra una permanente
preocupación por su funcionamiento que, a lo que parece, no dio el resultado
apetecido; de la lectura de su Libro
deducimos que no se exigían requisitos para ingresar en ella y, si bien
aparecen algunos hombres, a mí me daba la impresión de ser, fundamentalmente,
femenina[12].
Y, efectivamente, el citado informe de la visita pastoral de 1770 nos informa
de que “...es sólo de señoras casadas...”,
así como de que “el sufragio es un
Aniversario por la Hermana que muere y todas las festividades de Nuestra Señora
hacer cantar una Missa, y todos los Primeros Domingos de mes hace la fiesta una
señora, pagando el gasto de cera en el Altar, e, igualmente, la Misa rezada,
que se dice por vivas y difuntas; en este día, después de Vísperas, los
sacerdotes y cofradesas pasan
Claustro, cantando el Ave maris stella;
esta Cofradía no tiene renta alguna”. Pero no es citada en la Relación de
Cofradías del año 1771.
3.- Cofradía de San Miguel
De esta otra Cofradía sólo
sabemos que existía en la fecha ya mencionada de 26 de septiembre de 1673,
siendo, entonces, su Mayordomo, Jayme Gómez de Alba, Infanzón de Aragón, vecino
de Estadilla, al que también se amenaza de excomunión por no haber presentado
los Libros de Cuentas. En la Visita de 1770 se afirma que “... tiene en empeños de olivos 4 libras 39
sueldos 9 dineros. El sufragio es en los casados, 15 misas rezadas por el
marido y 15 por la mujer y en los Sacerdotes 30; y es obligación de cantar una
misa en día de San Miguel de Mayo y otra en el de Septiembre. El producto de
los empeños es para la fundación de dos Aniversarios por Pedro Betrán y Domingo
Larrán”.
Algo más averiguamos leyendo la
relación de Cofradías de 1771, ya que se nos señala que la de San Miguel “tiene treinta
y cinco escudos poco más ô menos de capital. El día del Santo hace su fiesta
con Misa y vísperas, y después el maiordomo da una merienda, para lo qual le
dan treinta Reales”.
Muy posiblemente ya
habría dejado de existir antes del 30 de octubre de 1807, cuando se convoca a
todas las Corporaciones estadillanas para elegir al Síndico Procurador
principal de la Villa para 1808, pues no aparece entre las Cofradías
convocadas, ni se encuentran más datos de ella, ni la menciona el abad Espluga
en el documento de 1816.
4.-
Cofradía de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
De la Cofradía
instituida bajo la advocación de la
Sangre de Nuestro Señor Jesucristo sabemos que en ella no se puede negar la
entrada a nadie que sea Católico, Apostólico, Romano y de buenas costumbres,
debiéndose pagar 10 reales de vellón, para su entrada en ella, si no se excede
de 40 años de edad ó 15 reales de vellón si se sobrepasa dicha edad.
Parte, en su etapa
inicial, de, al menos, la mitad del siglo XVII, pues la vemos citada en la
orden de excomunión de su Mayordomo, Juan Boronat, en 26 de septiembre de 1673;
el documento de 1770 la cita en segundo lugar, señalando que “... no tiene renta alguna. Esta Cofradía tiene
la obligación de subir a la Carrodilla el Viernes de Dolores, en donde se canta
una misa solemne, con sermón y se toman las cuentas al Mayordomo de los gastos
ocurridos...”. Y la relación de Cofradías de 1771 amplía esta afirmación
especificando que era de miembros “del
Número y fuera del Número. No tienen renta alguna; hacen una función el viernes
de Dolores, subiendo en Prucisión con Misa Cantada y Sermón. Pagan los hermanos
del Número dos reales por la comida, y por la tarde se vuelven a Prucisión â la
Parroquial. Tiene obligación de enterrar â todos los Pobres de solemnidad.”
Asimismo, sabemos, a
través del abad Espluga, que la Cofradía aún existía en 1816, si bien el 18 de
abril de 1846 se ordena que se revisen y redacten nuevamente sus Estatutos o
cabos, no apareciendo, ya, más datos o noticias sobre ella.
5.- Cofradía de los Gloriosos Santos Mártires Fabián y Sebastián
Una de las últimas
Cofradías en ser creada, según nuestras noticias, es la Cofradía de los Gloriosos Santos Mártires Fabián y Sebastián[13],
llamada sólo de San Fabián en los
documento de 1770 y de 1771. El de 1770, de Visita pastoral, nos dice que
“...no tiene renta alguna fija, pero al presente
tiene 264 libras 17 sueldos 6 dineros en empeño de olivos, que los ha recogido
la Cofradía; de los ingresos de los Hermanos y con este producto, se ayudan al
pago de los gastos de la Cofradía; su instituto es para asistirse los Hermanos
en lo espiritual y temporal, de modo que cuando muere alguno, se pechan los
demás en 8 dineros cada uno, y de este producto se le dicen misas rezadas.
También se dicen por cada hermano difunto dos Aniversarios y con esto tiene
cada Hermano un sufragio razonable. Igualmente tienen los Hermanos la
obligación de acompañarse en los entierros con una vela encendida cada uno, y,
a más, seis hachas de cuenta de la Cofradía, apenando el que falta sin legítimo
motivo. A más, tienen la obligación de velarse después que al enfermo se le
administra la Santa Unción, si la casa lo necesita, y si el Hermano enfermo es
pobre de solemnidad, le asiste la Cofradía con intereses y, finalmente, se dice
una misa cantada el día del Santo por vivos y difuntos y otra en el día que el
Mayordomo da y presenta las cuentas al Prior y Personas destinadas por la
Cofradía y todos los Hermanos sacerdotes dicen en este día una Misa rezada por
vivos y difuntos, y los Hermanos seculares 15 Padre Nuestros por cada difunto”.
La Relación de 1771
viene a confirmar algunos de estos datos dados en 1770, pues señala que “tiene como trescientas libras de Fondo,
proveídas de las entradas de los Hermanos, cuyo rédito se emplea en sus
entierros; y si hay sobras se come, y si no, no”
Asimismo, conocemos
rendiciones de cuentas realizadas en 18 de mayo de 1771, si bien los únicos
datos reales que hemos encontrado parten de 1772, aunque se señala ser más
antigua.
En sus nuevas
constituciones, de 1773[14], se
establece, en su base segunda, que “…todo
hijo de Cofrade puede entrar tras pagar 20 reales de plata y una vela de 60
onzas, siendo Catholico Christiano, Hombre de buenas Costumbres y no siendo
hijo, ô, nieto de Padres, ô; Abuelos, que Obtengan empleos viles, en cuio caso
no se le podrá admitir por ningún título por ser en desdoro de la Cofradía”
y, en la base tercera, que “Para poder
entrar [suponemos que cualquiera otra persona que no fuera hijo de cofrade]
hay que tener 200 libras jaquesas de
caudal”
Por los datos citados
anteriormente sabemos de su mantenimiento en el año 1807; y el abad Espluga
confirma que aún existe en 1816.
En su Libro, se observa la entrada en esta
Cofradía de personajes como Lorenzo Navarro, Abad de la Parroquial, Francisco
Antonio Abad, Racionero de la Parroquial, Joseph Navarro, Andrés Abad y
Bastida, Racionero, que es admitido en 1791, Francisco Navarro, en 1794,
Esteban Abad, Racionero, en 1819, el Reverendo Doctor D. Fray Manuel Abad,
Prior de Maia, Arzobispo de Silimbria o el Reverendo Doctor D. Antonio Joseph
de Cistué, Canónigo de la Metropolitana de Zaragoza.
6.-
Cofradía de Santa Maria de la Balsa
Sólo sabemos de ella a
través del citado documento de visita pastoral de 1770, en el se afirma nos
dice que “en la Iglesia de Santa María de la Balsa existía, en los últimos tiempos, una
Cofradía que era la patrona del Beneficio de la propia advocación”; y
de la que nada más sabemos, pero queda claro, de un lado, que era más antigua y
que debio desaparecer (lo mismo que la propia iglesia, extramuros de la villa)
antes de ese año de 1770; y, de otro, que el Beneficio de Santa Quiteria, existente
en esta desaparecido iglesia, no tiene nada que ver con esta Cofradía cuya patrón,
como vemos, era la propia de la Iglesia.
7.-
Cofradía de Nuestra Señora de la Carrodilla
Dada a conocer,
solamente, a través del tan mencionado documento de 177, que nos señala que “en
el Santuario de Nuestra Señora de la
Carrodilla existió, asimismo, una Cofradía,
llamada de la misma manera”, que, ya en esos años de los alrededores de
1770 “... está muy decaída a causa de ser
pocos los Hermanos y no pagar los sufragios de los difuntos”.
8.- Cofradía de San Nicolás de Bari
Por fin, y dentro ya
de la categoría de las Cofradías eclesiásticas, y de acuerdo con lo que se nos
decía, es verdad que, aunque no propia de Estadilla, existió una Cofradía,
exclusiva de eclesiásticos, llamada
Cofradía de San Nicolás de Bari, de la que don Jose Espluga[15]
señala
“... que
vulgarmente se llama Consorcia [y
que] se compone de los sacerdotes de las
Iglesias de Fonz, Estadilla y Azanuy; en ella no hay renta alguna. El cargo y
obligación es como se sigue: Decir una misa rezada cada sacerdote el día del
Santo por vivos y difuntos, Vísperas y completas solemnes la Víspera y día del
Santo, con Misa cantada solemne; el sufragio de esta Consorcia es celebrar por
cada sacerdote difunto el entierro solemne con todo el oficio de difuntos
semitonado y Vísperas solemnes de difuntos, como también Novenario, Trentenario
y Cabo de año solemne en las tres Iglesias, con un Nocturno y Laudes en las
respectivas funciones y en ellas salen los sacerdotes a ofrecer con velas
encendidas a expensas de los mismos Hermanos y a más se celebran 400 misas
rezadas por cada hermano que muera, y éstas se reparten entre los Hermanos
existentes en las tres Iglesias y últimamente se dice un Aniversario en cada
mes en las tres Iglesias por los Hermanos difuntos. El Libro, Gobierno y
dirección de esta Consorcia ha estado y está en la Iglesia de Fonz”.
Nada más, salvo lo
dicho, sabemos acerca de esta Consorcia.
II.-
Conclusiones
Finaliza la Relación de Cofradías de Estadilla
incluida en la de las existentes en Barbastro y su entorno, de 1771, señalando
que “Estas quatro Cofradías [las
únicas que cita] se asisten
fraternalmente a los entierros y enfermedades y tienen aprobación del
ordinario.”. Debemos entender, en mi opinión, que todas las aquí citadas
contaron con la aprobación del ordinario y que, asimismo, y mientras
coexistieron, las que coexistieran, mantendrían asistencia fraternal entre
todas ellas.
Por otro lado, parece
claro que, si en dicho año de 1771, cuando se confecciona el Estado general de las Cofradías, Hermandades
y Congregaciones correspondientes a la Villa de Barbastro junto a los pueblos
de su partido se computaban sólo 4 Cofradías, de las 8 que se han reseñado
en las páginas anteriores, el motivo es variado; de un lado, porque alguna de
ellas ya había desaparecido o no mantenían actividad alguna; otras, aunque
habían suspendido sus actividades no las reanudarían sino años más tarde; otras
no se encontraban exactamente en Estadilla (pero sí pertenecía a su iglesia
parroquial, al estar fundada en el Santuario de La Carrodilla, cuya cura
llevaba la Parroquial estadillana); y, en fin, alguna otra, al pertenecer al
clero de varias localidades, pudieran no entenderse como propia, tampoco, de
Estadilla.
Asimismo, creo que el
hecho de que en el Archivo Parroquial de Estadilla sólo se encuentren los
Libros de las Cofradías del Santísimo
Sacramento o del Corpus Christi, de Nuestra
Señora del Rosario, de la Sangre de
Nuestro Señor Jesucristo y de los Santos
Fabián y Sebastián, sólo puede permitirnos pensar que, en el caso de las
demás Cofradías, con excepción de la Consorcia, cuyos libros se
custodiaban en Fonz, o no tenían sus
libros en la parroquia o no tuvieron una vida extensa; o, en todo caso,
desaparecieron en el correr de los años.
No obstante, de los
pocos documentos hallados sobre estas Cofradías y de las escasas noticias que
sobre las mismas hemos encontrado y citado en este trabajo, se puede deducir
una intensa vida comunal, religiosa o seglar, de ayuda mutua, de movimiento comunal;
con agrupaciones de este tipo posiblemente desde 1400, pero, al menos,
anteriores al 26 de septiembre de 1673 y mantenidas en el tiempo, al menos
hasta finales del siglo XIX, si no hasta más tarde…
Página 27 del Estado general de las Cofradías, Hermandades y Congregaciones correspondientes a la Villa de Barbastro junto a los pueblos de su partido. Año 1771 |
Pagina 28. Estado general de las Cofradías, Hermandades y Congregaciones correspondientes a la Villa de Barbastro junto a los pueblos de su partido. Año 1771 |
[1] Ernesto Fernández-Xesta y Vázquez, El Infanzón aragonés. Realidad, estructura y
evolución. El linaje de Abbad de Estadilla, 2014, Zaragoza, Institución
‘Fernando el Católico”
[2] Op. cit., pp. 77-82
[3] Documento titulado “Razón y noticia que se da al Ilustrísimo
Señor Obispo de Lérida del estado de la Parroquia de la Villa de Estadilla,
como se manda en la carta de aviso para la Visita”, incluido entre las
fotocopias de documentos proporcionados por David Sallán, de Estadilla, tomadas,
al parecer, de entre los diferentes que existen en la llamada Casa el Escribano; no aparece fecha,
pero, teniendo en cuenta que el Abad de la Parroquial de Estadilla es don
Lorenzo Navarro, que lo fue entre 1748 y 1786-1788, que no aparece ya don
Manuel Abbad y Lasierra, que dejó la parroquial en 1759, que don Francisco
Latorre Blanco, que aparece citado, fallece en 1780 y que aparecen personas que
fallecen sobre esos años y otros –Francisco Abbad y Agustín Fumaz, Racioneros–,
que seguían como Racioneros en 1815, entendemos que debe de ser de los
alrededores del año 1770. Véase Fernández-Xesta,
El Infanzón aragonés…, citado, p. 57,
nota 86 (también, p. 48, nota 56)
[4] AHN.
Consejos, 7105, Exp. 64, N 11, pp. 27-28 (lámina 51-52). Se señala haber sido remitido al Sr. Conde de Aranda por Martín de las Heras Navarro el 24 de mayo de
1771.
[5] Presentado y estudiado
por Francisco Castillón Cortada en
su artículo titulado “Por
San Lorenzo a Estadilla”,
en las páginas 18 y 19 del Diario del
Altoaragón del sábado 10 de agosto de 2002. Ha de recordarse que años antes
otro Fray Joseph Esplugas, natural de Barbastro,
presbítero, conventual en el de trinitarios calzados de Estadilla, entonces de
36 años, fue encausado por la Inquisición de Zaragoza debido a llevar “una vida
estragada y mal entretenida con mugeres…”, que parece que nada debe tener que
ver con el párroco estadillano.
[6] En APE, Quinque Libri,
Tomo II; se incluye el Acta de una visita que realiza, en esa fecha, a la
Iglesia Parroquial de Estadilla don Pedro Mallada, presbítero y canónigo de la
Catedral de Lérida, en que ordena se publiquen las excomuniones de don Jayme
Gómez [de Alba], Mayordomo de la Cofradía de San Miguel, Pedro Bardaxí, de la
del Santísimo Sacramento y Juan Boronat, de la de la Sangre de Cristo “por no haberle venido a dar cuenta de su
administración”; sin embargo, parece que finalmente le llevan sus libros, y
se paraliza la orden de excomunión.
[7] En
esta fecha, se reúne el Ayuntamiento, en pleno, con los Capítulos eclesiásticos
y los Mayordomos de las Cofradías de San Fabián (Joseph Romeo), de la Sangre de
Cristo (Joseph Fumaz) y del Corpus (Nicolás Coll) y eligen a don Lorenzo
Navarro como Síndico Procurador Principal de Estadilla para el año 1808, según
se ve en el Libro de Acuerdos y Resoluciones del Ayuntamiento de Estadilla para
1807.
[8] APE, Libro de la Cofradía del Santísimo
Sacramento o del Corpus Christi
[9]
En las páginas de su Libro, en APE,
se dice: Lista de los Señores que
componen la Hermandad y Cofradía, 1815 en adelante: Lorenzo Abbad y San Juan,
Francisco Antonio Abbad y San Juan, Presbítero, Antonio de Cistué y Medina,
Esteban Abbad y Bastida, Lorenzo Navarro y Plana, Manuel Abbad y Cistué, Dionisio
Abbad y Monseo, Teótimo Abbad y Escudero, Luis Cistué, Barón de la Menglana,
José de Sanjenís y Torres, Manuel Sanjenís y Langlés, Pedro Abbad y Escudero,
Pedro Abbad y Orteu, José Sanjenís y Mata, Jorge Abbad y Orteu [éste se
tacha señalando que no perteneció a la Cofradía]
[10] En
APE, dentro del Libro de la Cofradía,
existe un documento de 4 de junio de 1651, en el que el Maestro Fray Francisco
Crespí de Valldaura, Prior Provincial de Aragón de la Orden de Predicadores,
autoriza la creación de dicha Cofradía en Estadilla.
[11] En APE.
[12] En efecto, entre las
admisiones de 1897, se cuenta a Cristina Cabrera, Antonia Torrecilla de Robles,
Josefa Abbad y Orteu, Rosa Abbad Marro, Pilar Escudero de Sanjenís, Asunción
Sanjenís Escudero, Luisa Sanjenís Escudero, Concepción Sanjenís Escudero, Ramona
Sanjenís Escudero, Josefa Marro, Josefa Abbad, Francisca Marro, Dolores Abbad y
Presentación Abbad. Todas ellas mujeres.
[13] En Aragón son varias
las Cofradías locales dedicadas a los Santos Mártires Fabián y Sebastián, casi
todas ellas de carácter estrictamente nobiliario; como ejemplo, veamos la “Cofradía
de los Mártires San Fabián y San Sebastián,
de la Villa de Torla, llamada de los Caballeros e Hijosdalgos, instituida y
fundada en dicha villa el 6-1-1608”, que señala Julio V. Brioso Mayral, Infanzones Aragoneses, Colección Boira, núm. 13, IberCaja, 1992.,
p. 78; o la de los mismos santos en Loporzano, que aparece citada en numerosos
testamentos de habitantes en este Lugar de Loporzano durante los siglos XVII y
XVIII. También en Castilla existían Cofradías bajo la invocación de estos
Santos, como la de Pedraza de la Sierra, como nos indica Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila en su artículo
“La Cofradía de San Fabián y San Sebastián, propia de los hidalgos de Pedraza
de la Sierra”», Hidalguía, núm. 177,
Madrid, 1983
[14] Su Libro en APE. Las Constituciones nuevas se firman el 16 de febrero de 1773.