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POZO DE LA SAL



HISTORIA

Hace más de 300 años, en esta zona de Aragón existían salinas muy importantes como las de Peralta de la Sal y las de Naval, que se controlaban por la hacienda y daban sal suficiente para el abastecimiento de la provincia; pero habían otras muchas fuentes y pozos de los Pirineos y en la sierra de Guara, y entre ellos estaba nuestro pozo de la sal de Estadilla y se custodian por un resguardo creado por la empresa de sal Salamanca,  todas estas salinas eran de particulares, y el rey D. Felipe V las aplico a la corona por derecho de conquista; posteriormente practicaron sobre ellas las reclamaciones oportunas, y el Consejo de Hacienda en juicio contradictorio, recompenso a los poseedores de las salinas con una pensión consignada sobre los fondos de la sal, y tomaron el nombre de “recompensitas”. Con el tiempo se fueron abandonando y se perdieron. Incluso 100 años antes de que el Rey Felipe V se quedara con el control del pozo, ya se tenía una “firma” para poder usar la sal de este pozo

En esta zona de Muerra que es donde se encuentra el pozo de sal, decían que del pozo manaban tres pocillos muy inmediatos uno de otros y que los vecinos de Estadilla, Estada, Fonz y Costean recogían en botas de cuero y cantaros, que eran los que estaban autorizados por su propietario


Se decía que las vacas y cabras que se le suministraba sal daba más y mejor leche y mantecosa, la sal esparcida en el campo hacia que los carneros tuvieran mejor carne e incluso era favorable para algunos cereales. Además era usada para conservar los alimentos ya que entonces no existían como hoy en día las neveras, cubriéndolos de sal. Actualmente esta agua se recoge para preparar las olivas


Real Orden mandando pagar en los términos que expresa a los propietarios
e interesados en la recompensa de las salinas que se nombra



Como llegar desde Estadilla pulsa AQUI


jueves, 19 de marzo de 2020

DUO DE JOTAS

HEMEROTECA

Desde Estadilla
Aires joteros

Estadilla pueblo de rancia estirpe aragonesa y amante como el que mas de las tradiciones de nuestra raza, ha tenido la dicha de oír el día 2 del corriente mes a las divas de nuestro canto baturro Camila Gracia y Gregoria Ciprés.
¡Y ha sido en Estadilla, en nuestro pueblo pequeñito y perdido en estos repliegues serranos que besa el Cinca, en donde hemos oído cantar a Camila y a Gregoria, la flor de sus canciones! Habéis hecho el regalo de vuestras magnificas voces a estos sencillos baturros estadillanos que, si dinero no pudieron daros mucho, os llevasteis su corazón.
Nuestras jotas no tienen precio. Es la máxima calidad dentro de un género, y reconociéndolo así nosotros, os damos las gracias por vuestro gallardo gesto de romanticismo aragonés, de dejar oír por estos pueblecitos ignorados las primicias de nuestro canto racial.
Y como cariñoso presente, ahí van unas jotas de un viejo coplero estadillano, Cleto Torradellas, al que lo achaques del cuerpo le impidieron escuchar la gloria de vuestras voces

Soy amante de la Jota.
Soy el rústico coplero.
A escucharos no subí
por hallarme algo enfermo.

De los cantares la Jota
es reina de la alegría,
cuando la canta Gregoria
y cuando la canta Camila

Sé que lo habéis hecho bien
porque se corre po´l pueblo.
¡Rediez, cuanto l´hi sentíu
el haber estau enfermo!

Si volvierais a venir
y no os pudiera escuchar,
os hare venir a casa
aunque cueste un dineral.

Y cantareis unas jotas
como las buenas joteras.
Y si me muero después….
Si me muero, que me muera.

Y si en el canto baturro
os acompaña Seral.
¿Quién a cantar la Jota
se os podría igualar?

Al dejar oír nuestro bravío canto a otras tierras habéis marchado. Que el triunfo os acompañe y acordaros de este pueblo que anhela el volver a escucharos



miércoles, 18 de marzo de 2020

RECORDAR LA FUENTE


     Este articulo es la historia de la fuente mas antigua recordada, y digo recordada que no es lo mismo que escrita en un documentos. Olegario Chesa Salamero la dejo escrita en la Revista Buñero ( editada por la Sociedad L’Aurora, segunda epoca nº 33  para que nosotros la recordemos para siempre


PARA RECORDAR

     No pretendo ni mucho menos presentar aquí un estudio o proyecto de ingeniería. Solo quiero traer a la memoria lo que fue y cómo a mi juicio se hizo por primera vez la subida del agua de la Fuente al pueblo, o sea al depósito del Castillo, que también se construyó en la misma fecha. En mi opinión, una obra faraónica si consideramos los medios de los que se disponía y el emplazamiento de la construcción. Pocos somos los que aún pudimos ver antaño y recordar ahora las ruinas de lo que aquello fue (sin duda alguna hoy sería una pieza de museo).
El mayor recuerdo que tenemos es el de la noria, pieza fundamental y más grande. Por cierto atascada, llena de herrumbre y agua jabonosa. También de la reja a través de la cual mirábamos el interior, algo casi imposible de conseguir porque siempre estaba llena de telarañas con unas tarántulas enormes.

     No he invertido tiempo en buscar fechas concretas de su construcción, pero por referencias y conversaciones con personas mayores creo que a principios del siglo XX; seguro que en la primera década ya se puso en funcionamiento. La corriente eléctrica ya estaba por el pueblo. Todos sabemos que por lo que fuera, quizá por la construcción de la central eléctrica de Arias, Estadilla fue uno de los primeros pueblos que gozaron de ella. Nos podemos preguntar, ¿por qué no se pusieron motores eléctricos? Sí que existían, pero al parecer no estaban acoplados a muchas cosas. Por ejemplo, los camiones y coches se ponían en marcha con una manivela. Bueno, hoy en día muchos aparatos se ponen en marcha manualmente.

     Para el proyecto determinado, hacía falta un salto de agua y así obtener la fuerza hidráulica para el funcionamiento de las bombas de elevación. El problema era que se tenía que respetar o tener en cuenta que el desagüe, una vez alimentada la noria, no estuviera más bajo que el servicio de agua para el riego de los huertos y, ante todo, para la Acequia del Regano (en aquellos años la Acequia del Regano era primordial). Por ello optaron por elevar el terreno, enrunando la fuente justo para poder coger el agua de los caños, pero de manera incómoda. Luego encima se construyó el lavadero. Tanto se levantó que el agua llegaba justo al nivel de su nacimiento.

     Hoy el lavadero está rebajado 20 cm debido a cierta sequía que padecimos. Muchas veces por desgracia las padecemos, pero aquella por lo visto fue más pronunciada y se alarmaron. Entonces pensaron o creyeron que la misma agua retenía la salida del manantial y determinaron de rebajarlo (si os fijáis en los hierros que soportan el tejado se nota dónde llegaba). No recuerdo que se obtuviera ninguna mejoría, o sea, más caudal de agua.

     Conseguido el salto de agua, ya solo me limito a presentaros unos dibujos en los que con buena fe he intentado reproducir cómo era más o menos el funcionamiento. No sé si había una, dos o cuatro bombas. El depósito donde actuaban las bombas se abastecía directamente del manantial.

     La traída del agua al pueblo en un principio tan solo se puso el agua en siete puntos, o sea, en siete fuentes distribuidas por las      calles. Las de las calles Iglesia, San Juan y el Portal del Sol muchos las hemos visto funcionar, pero yo aún recuerdo ver los restos en casa El Escribano (calle Romeo) entre la puerta de la casa y el callizo El Capitán. En casa Navarro, hoy Llari, entre la puerta del garaje y la esquina con calle San Juan. Otra, en la calle Llenado, en casa Juan Charnegué frente a la calle Almendra. En el Portal un abrevadero que en fotografías antiguas se localiza frente a lo que ahora es la salida de la calle la Almendra. También en casa Chías se puso una toma particular (la única en todo el pueblo). El motivo fue porque donaron a la villa el terreno donde se construyó el depósito.

     También los tubos de subir el agua al depósito han tenido su evolución. Los primeros eran de zinc recubiertos de una capa de alquitrán o brea y mezcla de arena. De dos centímetros de espesor y de unos 4 centímetros de diámetro interior. No sé cómo era el sistema de los empalmes.

     Cuando pusieron las bombas eléctricas, los pusieron de hierro con un diámetro de 6 a 7 centímetros en el interior, el empalme era igual al de los tubos de uralita, solo que la junta iba rellena de plomo fundido.

     Ya después, sobre los años 70, se pusieron de uralita. Cuando en los años 80 se hicieron los depósitos de la fuente y camino cementerio, se pusieron de nuevo de hierro, pero hoy en día ya son de poliéster (o sea plástico) con infinidad de accesorios

  LA FUENTE

     He dibujado la fuente antes de ser enrunada. Así al menos me la imagino, con algún mozalbete o mozalveta con pocas fuerzas para cargar los cantres (cántaros) en los bastes que portaban las caballerías y ellos puestos de pie encima del petril. También con la marmota. Según mi madre era donde lavaban las verduras. Me decía que estaba en la punta del abrevadero (no sé si además de la fuente en sí había algún abrevadero). Creo que sería como un pequeño estanque a la salida del manantial donde el agua quedara un tanto reposada para facilitar el lavado de las hortalizas.

     Respecto al basal o lavadero primitivo, donde se lavaba de rodillas, creo que lo he dibujado muy perfecto. Incluso pienso que el muro lateral no estaría hecho, o sea que es posterior a la fuente, pues si nos fijamos los sillares son más pequeños y por tanto las líneas o hileras no coinciden.

      Alguna vez, comentando con mi madre sobre el famoso “Llatonero de la Fuente”, me decía que una de las ramas les hacía sombra mientras estaban lavando. Por eso pienso que estaría muy pegado a la espuenda y muy cerca de los huertos.




Fotografias

La fuente del Llavadero hacia 1910. Fotos del libro de Mariano Badia "Así fuimos,así vivimos"

lunes, 16 de marzo de 2020

WHATSAPP DEL GRUPO


     
     Ya sabemos que en muchos grupos de WhatsApp , algunos escriben cosas que no deben, otros interpretan mal las cosas que se escriben, pero el nuestro es pequeño y desde luego cultural. En ocasiones solo hay que hacer una pregunta sobre alguna duda y después las cabezas empiezan a recordar. Este es uno de los casos cuando una tarde intentando hacer un articulo de las Ermitas de Estadilla se preguntó .. “actualmente Estadilla tiene las ermitas de Loreto y Santiago ¿alguna más?”, la respuesta fue inmediata y abundante 


  • Y la pequeña de la Asunción en la calle Llenado
  • Una pequeña capilla u hornacina al final de la calle Llenado, mas o menos donde estaba la puerta de la muralla orientada al este. Todos los años hacen fiesta los vecinos el 15 de agosto (asunción de la virgen)
  • Detrás del arco del Portal del Llenau, a la izquierda, estaba la ermita de la Virgen de la Asunción. Dispúes de caé l´arco y troz de muralla, los restos de l´ermita van desaparecé. Desde finals de los 90, cuan se va construí la hornacina, la imagen de l´Asunción preside ixe rinconé y siempre tiene alguna flló y alguna veleta. (y coloco en el WhatsApp esta imagen)
  • Pedazo de historia, foto y como no recuerdos para vosotras. ¿Que quiere decir fllo?
  • Flor...! qué chulada de foto!
  • Foto del libro de Mariano Badia.
  • Ah! vale. No m´acordaba de haberla visto
  • Muy buena información. En casa Marro de la calle S. Juan había una capilla dedicada a la virgen del Rosario (creo) no se si era para uso de la casa o si se abría al resto del pueblo, yo no he visto nunca celebrar nada y ya soy de las viejas de Estadilla.
  • Creo haber oído que había alguna capilla del Santo Cristo en la calle de la Almendra... Os suena?
  • A yo, no me sona
  • Por supuesto!!! Estaba en casa Periz su fiesta era el 14 de septiembre y permaneció abierta hasta la guerra del 36 que fue destruida
  • No había visto los mensajes hasta ahora y os iba a contar lo que Lina ha dicho
  • Todo el pueblo tenia mucho fervor al Santo Cristo, sobretodo cuando marchaban los chicos al servicio militar la familia, durante todo el tiempo se preocupaba de llevar aceite para que no dejase de arder la lampara!!!
  • Qué cosetas más majas tos salen entre toz!
  • Tendremos que recopilar y escribir para que las siguientes generaciones no se olviden de ellas
  • Según me contaba mi madre que había nacido en la calle de la Almendra, cuando había algún enfermo grave le ponían velas al Santo Cristo, y si no hacían buena luz, decían no durara mucho. Otra cosa que tampoco sabíais y cada vez se nos perderán mas cosas porque las personas van desapareciendo..
  • Apuntaz-lo tot!
  • Muy buena la información. gracias
  • En cuanto a la capilla del Santo Cristo, el próximo día que nos juntemos, si queréis ver lo que queda, os la enseñare!!

     Si habéis leído esta conversación de WhatsAppa no merece explicar nada mas, solo recalcar que escribiendo esta conversación aquí, intentaremos que no desaparezca estas historias. Abajo coloco los iconos de WhatsApp que aparecieron en la conversación infinidad de veces

















GRUPO SCOUT 692



54 VISITANTES

     El pasado día 1 de diciembre de 2019 tuvimos la gran suerte de poder enseñarles a la asociación Grupo Scout Pyrene 692 de Barbastro nuestra villa, a esos 45 niños y niñas de diferentes edades y sus 9 monitores. No pararon de preguntarnos y nosotros a ellos, sobre los lugares mas emblemático de Estadilla, según pudimos hablar con ellos posteriormente nos comentaron lo genial y amena que fue nuestra visita adoptada para ellos. Celia, informadora del grupo les adaptó la historia de una fortaleza en un pequeño juego, con su puertas .


Celia enseñando nuestra sierra

 




Alrededor del escudo de castro en la calzada
Pepe explicando como se lavaba en el lavadero
Calle Castillo o callizo Matacochos
Jugando a la fortaleza







Vistas al Pirineos, sierra de la Carrodilla y las huertas de Estadilla




SAN JOSE DE CALASANZ



Sabias que nuestra villa tiene una relación intima y personal con San Jose de Calasanz, ese joven niño que con tan solo 11 años dejo su pueblo natal muy cerca de aquí en Peralta de la Sal, donde se encontraba su familia y se vino a Estadilla a estudiar, tan joven comenzó con sus estudios humanísticos y el latín y con 14 años ya tenía claro que quería ser sacerdote. Ya entonces le llamaban el “santet” que quiere decir el santito, era un niño que nunca iba a la escuela sin haber hecho antes sus oraciones

Estos estudios en Estadilla fue el comienzo de esa larga carrera que le llevo hasta que en el año 1648 murió con más de 90 años, pero antes creo una escuela gratuita a todos los niños, especialmente a los mas necesitados dando a conocer estas escuelas como “Escuela Pías”.

En una de las casas de nuestra villa vivió Jose de Calasanz entre los años 1568 y 1571 y como muestra de nuestro cariño hacia su figura el 26/11/1997 en el IV centenario de la escuela popular escuelas Pías de Aragón numerosos alumnos de Aragón y La Rioja colocaron una placa conmemorativa en la fachada donde vivió



Posterior a todo esto y su fallecimiento el 7 de agosto de 1748 fue beatificado por el Papa Clemente XI

En la Imagen se puede ver la entrada de la “casa Marro” lugar donde vivió el “santet” y junto a ella la entrada a la capilla de la Virgen del Rosario (hoy día tapiada)



Imagenes correspondiente al blogs de franchochardiz  

En la siguiente imagen se puede ver una pequeña historia resumida de su vida , en la cual nombra su paso por Estadilla Video de Youtube 




Como llegar desde la plaza Mayor




viernes, 6 de marzo de 2020

PASCUAL MADOZ


LA CARRODILLA Y ESTADILLA SEGÚN PASCUAL MADOZ EN 1847


     Pascual Madoz, político, escritos y periodista, escribió en 1847 un libro Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posiciones de Ultramar y en su tomo VIII. Dice sobre la Carrodilla y Estadilla lo siguiente en su paginas 138 y 587 respectivamente los siguiente:

     CORRODILLA (no Carrodilla). Sierra sobra la cual esta sit. un santuario llamado Ntra. Sra. de Estadilla, a cuya jurisd. pertenece en la prov. de Huesca, part. jud. de Tamarite.

     ESTADILLA: v. con ayunt., en la prov. De Huesca (11 leg.), , part. jud de Tamarite (8), aud, terr. y c. g. de Zaragoza, y dióc. de Lérida (11). SIT. á la izq. del r. Cinca en un llano bien ventilado, excepto por el lado N. donde se levanta un peñón cuya cima ocupaba el antiguo castillo de los Sres. De la v., del cual aun se conserven algunos restos: disfruta de CLIMA templado y sano aunque algo propenso à tercianas por la humedad que exhala el r. Tiene 362 CASAS, entre las que llama la atención la de D. Dionisio Abad, construida por un tío suyo obispo de Barbastro, pues sin duda es uno de los mejores edificios del alto Aragón; en ella se hospedó D. Carlos en su transito para Cataluña; se hallan distribuidas en una plaza de figura cuadrilonga, rodeada la mitad de cubiertos y cuyo frente N. ocupa la casa consistorial, y varias calles bastante cómodas con un empedrado muy regular; hay 1 hospital, 1 escuela de primera educación; 1 igl. parr. (San Esteban Proto mártir), servida por 1 capitolio ecl., compuesto de 1 presidente, con el nombre de Abad, y 9 beneficiados; entre quienes el mas moderno desempeña la vicaria o tenencia de cura; 1 conv. de Trinitarios calzados, cuya segunda fundación data del año 1212; cuando se suprimió había 1 religiosos con el titulo de ministro, y 1 lego; la casa esta casi del todo arruinada por no habersele dado ningún destino, a pesar de haberla pedido el ayunt. Para colocar en ella las escuelas: 6 capillas, 1 que corresponde al hospital y las otras 5 a sus calles respectivas. En las afueras tocando al pueblo, hay 1 fuente magnifica de 12 caños, abundante y de buenas aguas para el surtido de los vec., con cuyo sobrante se riega parte de la huerta; varios manantiales y muchas fuentes en los montes; 1 balsa para abrevar las caballerías que rara vez se seca; a 6 pasos del ultimo cas. el cementerio formando pared medianil con la escuela; circunstancias que le hace perjudicial, tanto mas cuanto es pequeño; no le baña ningún aire más que el SE. y S. que arrojan los miasmas pútridos a la pobl,: y el santuario de Ntra. Sra. de la Carrodilla, sit.al NO. con la v. sobre el cerro de su nombre. Confina el TERM. N. Estada; E, Calasanz; S. Fonz, y O. r. Cinca: por los tres primeros puntos se levantan diferentes sierras; además del Cinca corre por el un arroyo que por lo común lleva poca agua, pero que suele tener diferentes avenidas. El TERRENO participa de llano y monte, de este la parte que forma cordillera, se ramifica con el de Estada, hasta Fonz, los aislados con la Mesa, Morluengo, el Cubo, Monteaguavez, el Pinar, el Terreno, las Anguilas y la Carrodilla: la mayor parte del terreno es pedregoso y flojo, y casi todo de  secano; la huerta se divide en 2 clases; la primera es la que se riega con el agua de la fuente Grande, y la segunda con el r. Ésera por medio de una acequia. Los CAMINOS son todos de herradura, aunque por los que conducen a Cataluña, pueden marchar carros; el CORREO se sirve en una estafeta donde deja las cartas el conductor que va a Benabarre, quien receje la CORRESPONDENCIA a su regreso, PROD. trigo, cebada, avena, carrion, judías, patatas, melones, aceite, vino, seda, cáñamo, lino, hortalizas y frutas; cría poco ganado lanar y algunas cabras; escasa pesca en el r. Cinca; caza de perdices, liebres y zorras. IND. 1 molino harinero, 8 alpargateros, 1 tejedor, 1 carpintero, 1 sastre, 1 zapatero, 1 herrero, 1 escribano y 2 abogados: COMERCIO: exportación de aceite y vino. POBL. 115 vec.de catastro, 250 fuegos, 920 almas CONTR. 18,175. El PRESUPUESTO MUNICIPAL se cubre con los propios y arbitrios que importan anualmente 6,831 rs. Por la barca de Estadilla pasaron el Cinca, en junio de 1837, parte de los carlistas que acompañaban a Don Carlos. Es patria de varios hombres celebres entre los que merecen singular mención el obispo de Barbastro Abad, y D. Jose Cistuer, brigadier de los ejércitos nacionales.


Bibliografía : este texto esta copiado literalmente del libro
Diccionariogeografico-estadistico-historico de España y sus posiciones de Ultramar y en sutomo VIII. 1847

lunes, 2 de marzo de 2020

UN CUENTO AL PIE DE LA CARRODILLA


La cueva del francés

(Relato de la guerra de la independencia)
(Recuperado de la Hemeroteca Digital de España , de enero de 1908 y escrito por Mariano Turmo)

La cueva del francés

En un macizo rocoso que sirve de dique á las cristalinas aguas del Cinca, para impedir que las expansiones otoñales del río hagan la rasura de árboles y plantas en las risueñas huertas que se extienden á los pies de la Carrodilla, hay un agujero estrecho y profundo que se hunde en las entrañas de la peña, como si fuese labor titánica de gigantesco barreno.

Cuentan las viejas de la comarca, y algunas de ellas aseguran haber conocido á la protagonista del suceso, que en los tiempos de la invasión napoleónica, un soldado del ejército extranjero, por sobras de cansancio, por culpa del sueño ó acaso porque sus instintos rapíñescos le despertaran la tentación de quedarse siempre á la retaguardia con objeto de ejercer sus malas artes en los santuarios de la comarca, víóse de tal modo separado de sus compañeros de armas que fuéle imposible incorporarse á las filas, y tuvo que buscar un escondrijo donde, libre de las iras del paisanaje, que en aquellos tiempos corrían sueltas por caminos y poblados, esperar un momento oportuno para lucir de nuevo los fueros de invasor.

Al hombre vínole como pellejo á gato viejo el refugio del macizo ribereño del Cinca, y en él encerró los huesos, junto con la soldadesca impedimenta, que la componían algunas míseras vituallas y varios objetos procedentes de retablos y sacristías, llegados á los bolsillos del guerrero por obra y gracia de su desvergüenza para apoderarse de los bienes del prójimo.

Los comestibles acabaron pronto: es mal oficio el de la holganza para poner tasa y medida á los requerimientos del estómago; y como los murciélagos, únicos seres que disputaban al francés el derecho de habitación en sitio tan escondido y desapacible, estaban muy lejos de convertirse ni siquiera en consuelo del hambriento, tuvo éste que abandonar el riguroso incógnito en que vivía y hacer breves y nocturnas excursiones a las huertas próximas, en busca de los frescos manjares que cuelgan de los árboles y las sabrosas plantas que se arrastran por el suelo.

Quiso la mala suerte del francés que este, para disimular en caso de peligro su condición de extranjero odiado, se desprendiera del uniforme é hiciese las nocturnas excursiones sin más atavío que los blancos y no muy limpios calzoncillos, y quiso también que un cazurro, llevado á tal sitio y en tal hora por las exigencias del riego, contemplara, con la sorpresa que es de suponer, la maniobra del invasor

El huertano regresó al pueblo, dándose en las posaderas con los talones y gritando á pulmón lleno:

— i Un fantasma!, ¡un fantasma!

 El soldado, que, con un montón de hortaliza y frutas recolectadas en lo más florido de la huerta, creía tener resuelto en principio el difícil problema del hambre, dióse prisa á dejar toda aquella riqueza para no establecer relaciones con los inmensos trabucos que, en los linderos de la huerta, asomaban sus enormes bocazas dispuestas á tragarse á todos los gabachos existentes en la redondez de la tierra.

Cerrada de tal modo la despensa del francés, muy pronto padeció éste los horribles tormentos del hambre, que á creer á los que los han sufrido, dan quince y raya á los más espantosos é inhumanos; y como á los mandatos, imperativos del estómago no hay peligro que se oponga ni incógnito que se resista, el hombre decidióse á mostrar su aspecto esquelético á la luz del sol, fiado en que cuerpo tan mustio y deshecho movería la compasión antes que la ira en el mortal que lo contemplase.

Fue una niña, hija de labriegos, la que al llevar á sus padres el mísero condumio, tuvo el encuentro con el temido fantasma. La muchacha gritó; el hombre arrodillose; aquélla, al ver al fantasmón en tan humilde postura, notó que desaparecía buena parte del miedo que inspirole en el primer momento; el soldado, al descubrir en el rostro de la huertana las huellas de la compasión, acercose á la niña, y mientras con la mano izquierda hacía el ademán del hambre, entregábale con la derecha una brillante joya, espléndido pago de la doble deuda de pan y de silencio; más por lástima que por codicia aceptó la muchacha el trato, recibiendo la alhaja y entregando, en cambio, una parte del contenido del cesto; y esta escena repitióse días y días, aunque no en todos ellos la dádiva de la niña tuvo por correspondencia un regalo del hombre, pues para ser así necesitara el fugitivo habitar una mina de diamantes, no una cueva de murciélagos.

Pero sucedió que la huertana tenía novio; que el novio, como todos los mozos útiles, andaba metido en el berenjenal de la guerra con el francés, y que la muchacha, que encomendó á la Virgen del Socorro la defensa de sus amores, díjose que las joyas aquellas con que el agradecido pagaba los míseros dones de la cesta, influirían poderosamente en mover el ánimo de la Virgen para que tendiera su manto protector sobre el mozo guerrero. Como lo dijo, lo hizo; y los objetos que el fantasma ponía en manos de la labradora, tardaban en ir al retablo de la imagen el tiempo necesitado por la lugareña para hacer una breve visita á la Virgen de sus devociones.

Y no se crea que en las breves entrevistas de la moza y el soldadote hubo asomo siquiera de complacencia de parte de aquélla, por más que la mirase el hombre con ojos saltones, á los que se asomaban á la vez el gusto y el agradecimiento, pues aparte de que el francés, con su facha macilenta y su rostro escuálido, no podía suplantar en el corazón de la rapaza la figura varonil y el semblante risueño del mozo guerrillero, no estaba la honesta lugareña tan ayuna de las cosazas estupendas que ocurrían en el mundo, para que, por joya más ó menos, fuese á cometer acción tan villana como la de traicionar al mismo tiempo á su patria y á su amor. La rapaza iba al molesto abrigaño de la ribera porque allí, á cambio de mugriento zoquete y varias miseras piltrafas, alcanzaba cosa de más brillo y, sobre todo, de mayor provecho, con la que conseguir la benevolencia de la Virgen en beneficio del patriota destripaterrones que, por altozanos y hondonadas, dedicábase, trabuco en hombro y garrote en mano, á la peligrosa caza del gabacho. Un poco de piedad para los dolores del prójimo y un mucho de egoísmo para las propias cuitas: éstos eran los móviles de la peligrosa conducta de la caritativa huertana.

Pasó algún tiempo. Un día los habitantes de la comarca vieron con gozo y temor á la vez que las tropas enemigas, en actitud medrosa, desorganizadas, sin jactancias, con el mal humor del que se retira, con el silencio del que huye, tomaban el camino de la frontera, borrando con sus ligeros pasos, al marcharse, las huellas profundas impresas al invadir. El soldado escondido aprovechó la ocasión para unirse á los suyos, sin que á la presteza de la fuga se opusiera la remora de impedimenta alguna; y cuando la huertana, al llevar á sus padres la matinal bazofia, detúvose en el sitio de costumbre para hacer al fantasma la dádiva de un pedazo de pan negro y varias piltrafas de cualquier cosa de más aprecio y substancia, vio con sorpresa primero y con satisfacción más tarde que el extranjero no acudió á la cita.

Vuelto el país á la normalidad, pronto de boca en boca empezó á circular la especie de un milagro ocurrido en el santuario de la Virgen del Socorro. Fue el santero el propagador de la sorprendente nueva. El hombre presenció, oculto en un rincón de la iglesia, el saqueo del joyero de la Virgen, hecho por un soldadote con la torpe prisa del ladrón sacrílego; asustado ante la ruindad de la hazaña y temeroso de recibir la visita de otro guerrero desaprensivo, el guardián huyó, después de que el bandido con uniforme hubo puesto término á su nefanda obra; pero ¡cuál no fue la sorpresa del piadoso varón cuando, al regresar á su puesto, por haber desaparecido ya el peligro de la guerra, vieron sus ojos que todas las joyas arrebatadas á la prestigiosa imagen estaban cuidadosamente puestas en el retablo, como si una mano providencial hubiera hecho la restitución!

            Cuando la modesta zagala dióse cuenta, por la resonancia del suceso, del mérito de su piadosa acción, puso al cura del pueblo en autos de la verdad del caso; el presbítero, ni corto ni perezoso, subió al pulpito para pregonar á los cuatro vientos la historia de las joyas devueltas á la Virgen de manera tan prodigiosa; el vecindario trasladóse en masa al agujero de la ribera para descubrir las huellas del soldadote, y desde entonces el sitio llamado cueva del Moro fue conocido con el nombre de cueva del Francés.
(Dibujos de J Calderé)